Domingo de rastro cañas y callos, que más se le puede pedir a la vida? Pues que los callos estén buenos, y aquí lo están. Comimos en la barra porque la zona se pone de bote en bote los domingos, los callos estuvieron increibles además pedimos unas croquetas que también estaban super buenas sobre todo las de bacalao, en la ración venían 6 croquetas 2 de bacalao 2 de jamón y 2 de setas. Bebimos bien de cerveza y cuando pedimos la cuenta nos dijeron que si queriamos un chupito o una cerve, una cerve CLARO! y a seguir la tarde, pedimos un pato más que no recuerdo y salimos a 25 por persona bebida incluida y nos pareció muy adecuado. El rabo de toro que salía para otras mesas tenía pintaza! a ver si vuelvo y lo pruebo.
Andreas R.
Place rating: 4 Wien, Österreich
Eine urige Madrider Taverne, in der früher angeblich die Stierkämpfer gefeiert haben. Heute wird hier gutes Essen serviert und man kann in dem holzigen Gemäuer bei einem Glas Rotwein bis spät in die Nacht plaudern. Der Wirt ist ein Madrider Original und super freundlich. Zum Essen hatten wir diverse Tapas, fast alles gut, bis auf den Eingeweidetopf, angeblich eine Madrider Spezialität, aber mir dann doch zu glitschig und rauchig. Von der Stimmung her extrem gemütlich und auch zum Essen absolut zu empfehlen.
Eugenio S.
Place rating: 5 Madrid
El Maxi es uno de mis sitios de referencia cuando alguien dice lo de: ¿este domingo latineamos? Y precisamente así se llama su dueño, Domingo, un tipo encantador que siempre está detrás de la barra sonriendo y cuidando por que las cosas salgan rápido y bien. El local es tipo taberna castiza, con dos salones pequeñitos para sentarse a comer, lo veo como un sitio ideal para pareja o grupos pequeños de amigos, pero si sois 20 como que no(yo por norma no voy a comer en manada a ningún sitio porque me enervo). Hablando del buen yantar, recomendable a tope el rabo de toro y los callos. De hecho yo era«virgen» de callos hasta que los probé aquí y siempre que me viene alguien de fuera que quiere probar algo típico de Madrid me lo llevo al Maxi y quedo como un señor porque tanto el local como la comida tiene ese toque auténtico que se busca y tan poco se encuentra en esta ciudad. Por su localización cerca del metro es ideal para tomar la primera(o la última) en esos domingo latineros, además mientras otros sitios están imposibles y hay que pegarse por que te sirvan comida overpriced y de mala manera, aquí siempre encuentras un hueco y los precios están muy ajustados en relación a la calidad del producto. ¿Latineamos? ;)
María H.
Place rating: 4 Madrid
El domingo después del rastro intentamos entrar en el Santa Ana a tomar una caña y una ropa vieja, antes de subir a comer. Como estaba hasta arriba, decidimos ir a tomar un vermut, cuando íbamos camino de la Ricla(una de mis tabernas favoritas) nos acordamos de la Botillería de Maxi, y allí nos plantamos. Los vermuts de Maxí son siempre bien grandes, no te dan un chupito, no. Pedimos los vermuts y una ración de croquetas de esas que vienen seis variadas, son perfectas, pero en esta ocasión una de las mejillones estaba algo fría por dentro. Ponen seis, dos de bacalao, dos de mejillones y dos de jamón. De tapita nos pusieron unas mini tostas de pisto y aceitunas. Hay una ración de pollo, que siempre se me van los ojos tras de ella pero nunca la pido,… deben ser las croquetas. Me sorprendió que siendo aun verano, tenían el salón para comer completo.
Juan D.
Place rating: 4 Madrid
Maxi se fundó antes de La Guerra Civil, no sé la fecha exacta. Siempre han tenido fama sus callos, tanto que los tienen«para llevar». Además de los callos y el rabo de toro, Maxi es un imprescindible en La Latina cuando se hace una ruta de vermuts. Sin embargo el nombre de botillería no tiene relación con botillo sino con botella. Fue en el siglo XIX cuando empezaron a aparecer en Madrid locales con este nombre, pero ¿por qué botillería y no botellería? Cosas del idioma, igual que se prefirió «carnicería» en lugar de «carnecería». Foto de botellas de sifón que adornan Maxi:
Francisco R.
Place rating: 4 Madrid
Aún no sé si tienen algo que ver con El Bierzo o Sanabria –las zonas originarias del Botillo– ahora, eso sí, hay que destacar sus croquetas de mejillón, bacalao y jamón. Sin duda alguna mis preferidas son las de bacalao. Ah, y están especializados en un cocido denso y muy rico. En esta antigua taberna el vermú se ha de pedir con golpe de sifón. Se llena los fines de semana debido a su cercanía a la zona de La Latina… asi que recomiendo ir entre semana, en el que disfrutarás de un espacio bastante más amplio y ambiente tranquilo. Bueno para tapeo tradicional de calidad y precios un poquito por encima de la media. Por ejemplo para que te hagas una idea: el menú del día, son 18 euros.
Óscar H.
Place rating: 4 Madrid
Este domingo tras una mañana agotadora por el calor y por las compras acabamos hasta arriba de bolsas en la barra de la Botilleria de Maxi. Una antigua taberna reformada que, por lo que pude observar, contaba con una clientela bastante fija. Ya habíamos pasado en varias ocasiones por la puerta, pero por h o por b nunca nos habíamos decidido a pasar. Yo soy de los de vermut de grifo con soda, y tenerlo para mí es un acierto. Vaso enorme con hielo, naranja, y muy bien servido(casi excesivo), pincho doble(aceitunas de Campo Real y rodajas de chorizo sobre pan). Como la copa se nos hacía larga, pedimos una ración de croquetas(seis unidades), de bacalao(deliciosas), de mejillones y de jamón. Las tres estaban buenísimas pero me quedo con las de bacalao. Tienen un menú del día de 18 euros, el domingo tocaba cocido y debía ser el plato estrella por que me puse un poco a cotillear la decoración del salón y casi todo el mundo estaba comiendolo. La atención fue buena, pese a que el camarero de la barra no daba más de sí. Simpáticos, nacionales y buenos profesionales. Ah! El restaurante admite cheques de empresa.