El Triángulo de las Verduras

Pequeño local pero muy acogedor
La camarera muy amable
La empanada de calabaza estaba deliciosa, al igual que el perrito caliente
Lo unico malo es que se iban de vacaciones la semana que viene y muchos de los platos estaban acabados, pero volvere para probarlos!!!
Muy recomendable

Las hamburguesas que tienen estan riquisimas! a destacar las pizzas con masa hecha por ellos mismos! y el precio super economico!
sitio para repetir mil veces

He ido hoy, y ha sido un gran descubrimiento.
Un local muy, muy pequeño al lado del metro de Puerta del Ángel, tienen una barra pequeña y nos mesas, por lo que aunque no haya mucha gente tienes bastantes cartas de comer de pie en la barra.
Si vas sabiéndolo y no te importa demasiado, prepárate: Una decoración genial, con bombillas en ruegas de bicicletas colgando del techo, muñecos rotos, electrodomésticos antiguos y una serie de ilustraciones y dibujos con un royo posmoderno en una mezcla entre Mongolia, Banksy y El Roto.
Hemos pedido una cerveza y una jarra de agua, nos la han puesto sin mirarnos mal ni decirnos nada (que a veces pasa), y hemos estadoo disfrutando de unas croquetas de zanahoria en la barra. También nos han invitado a unos chupitos de una crema de verdura, no me quedé con qué era, pero estaba riquísima.
Las croquetas estaban muy buenas, caseras, y se ha quedado una mesa libre para disfrutas de una pizza hot, con champiñones y peperoncino, con un queso rico, una base crujiente y un sabor ligeramente picante. A mí me ha gustado mucho, a mi novia le ha parecido que la masa era demasiado gruesa, pero eso es cuestión de gustos. No pedimos más porque estábamos llenos, pero me hubiese encantado pedir los buñuelos, el falafel, las tartas… la verdad es que todo tenía muy buena pinta y me quedé con ganas de más, pero tan lleno que a la noche no he cenado.
Ah, y todo por 13 € los 2.
Ojo, porque en el local había 3 perros. A mí me encantan y no tengo ningún problema con ellos, pero ella es alérgica y hemos comido preocupados de que se acercaran mucho y empezase a estornudar como loca. Solo que contéis con ello si pensáis llevar amigos con alergia a los animales, para que lo penséis dos veces.
En definitiva, un sitio genial para ir con unos amigos, comer algo rico, diferente y barato y tomarte unas cervezas, sobre todo si os mola un royo modernillo un poco punki y lleváis vegetarianos o vegatos en el grupo.

Desde que tengo más amigos que abrazan el mundo vegetariano/​vegano he tenido que cambiar un poco el chip y abrir mi mente a estas opciones.
El Triángulo de las verduras me parece una opción muy barata y rica para probar. Eso sí es bastante pequeño y puede que llegue a ser un poco incómodo.
Me gustó mucho la hamburguesa vegetariana y el paté de aceitunas, también las croquetas estaban muy ricas. Eso sí, una pena no probar el seitan con frambuesa porque me lo habían recomendado bastante ni el humus.
Fue una velada estupenda salvo que a veces la tranquilidad del camarero me llegaba a poner muy nerviosa, aunque eran un encanto.
Eso sí, te recomiendan que si pides pizza seas bastante paciente porque tardan en hacerse unos 20 – 30 minutos.
Los postres estaban riquísimos :) la tarta de zanahoria y de chocolate. La cocinera fue muy maja y puso la crema de queso en un cuenco para que yo pudiese comer la tarta.

A pesar de ser carnívora, allá que me apunté a probar la comida de esta taberna con un nombre tan divertido.
Trato familiar, interior algo pequeñito, pero en el fondo hogareño.
Me encantaron los buñuelos –aunque más parecido a una croqueta, ya que estaba empanado– de lombarda y calabacín. Sabor y textura de 10!
El ajvar me pareció muy curioso y sabroso. Estilo hummus pero con pimiento, cebolla y ajito. Muy suave. Servido con pan de pita calentito!
La pizza descomunal de grande, y para estómagos insaciables. «Riqui riqui» (guiño a Lolo R.). La de pera, uva y queso, la mejor. La de cuatro quesos muy rica también.
La tarta de zanahoria muy jugosa, también para compartir, estaba buena, pero tampoco me pareció de las mejores.
La tarta de chocolate era una base de hojaldre con chocolate puro por encima, muy finita, aunque para mi gusto a la base le faltaba «algo».
De precio espectacular.
Parece que está siempre bastante concurrido, así que mejor reservar.

La única pega que puedo ponerle es que viven la vida con calma, ¡y les envidio por ello! Tardan bastante en prepararte la comida, a ratos se les olvidan las cosas y luego se acuerdan repentinamente… Pero son muy majos y la comida está buena, así que se lo perdonamos todo.
Compartimos unos buñuelos mixtos (lombarda y calabacín) para entrar; primera vez en mi vida que como lombarda y me encantó, ¡a mis años! También un paté de aceitunas y otra cosa similar con pimiento rojo, pero como no me gustan ninguna de ambas cosas…
De segundo se pidieron 3 pizzas enormes con frutas y verduras y frutos secos y multitud más de cosas que me parecieron requetebién; los otros dos nos pedimos unas hamburguesas vegetales que estaban estupendas, ¡incluso me comí el tomate!
La tarta de zanahoria genial, un buen mazacote, y te pueden poner el frosting al lado por si a alguien no le gusta (que a alguno conozco que le pasa), y la de chocolate viene a ser un hojaldrín con un estupendo cacao amargo por encima. De maravilla.
Eso sí, el sitio es realmente pequeño: 2 mesas como para 4 y 2 personas y una barra en la que no deben caber más de 5; mi recomendación es que reserves (aunque se les olvidará) o que vayas bien temprano.

La verdad es que me encantó. El sitio es chiquitísimo nivel dos mesas, bastantes sillas y una barra generosa en la que puedes sentarte tranquilamente a cenar. Y justamente como su nombre indica, «Taberna Vegetariana», es una taberna vegetariana, en la que puedes encontrar un millón de cosas para picotear y luego platos algo más grandes, entre los que destacan la pizza y la hamburguesa.
De primero tomamos buñuelos de calabacín y de lombarda, que estaban riquísimos. También tomamos paté de aceitunas y ajvar, que es una especie de pasta que lleva pimientos, cebolla, ajo y creo recordar que también berenjena. Todo riquísimo.
Llegó luego el momento de los platos fuertes. Dos pidieron hamburguesa, y el resto pedimos tres pizzas, de uva y pera, de cuatro quesos y de manzana y tomates secos. Todas muy ricas, quizá solo les fallaba un poco la masa, que no estaba crujientísima, pero todas estaban increíblemente sabrosas. OJOCUIDAO, que las pizzas tienen un tamaño considerable, así que para cuando te quieras terminar la porción, puede que estés ya a puntico de reventar.
Nosotros nos quedamos sin probar el hummus y el seitán con frambuesa, con todo el dolor de nuestro corazón, pero bueno, así tengo un motivo más para volver, que la verdad es que el lugar lo merece. Quizá el único punto negativo que se lleva es que tardaron un poco en traer las pizzas, pero también he de decir que ya nos avisaron que la cosa sería cuestión de veinte minutos, así que estábamos preparados. De postre hicimos hueco para una tarta de chocolate y un bizcocho de zanahoria, que tenía aspecto de mazacote pero en realidad a mí me resultó bien jugoso…
Comimos y bebimos todos por menos de quince euros (¡increíble!) y la verdad es que yo me fui a casa más contento que unas castañuelas. El lugar es encantador, pero es pequeño, ¡así que llega pronto o reserva! Si vives cerca, preparan para llevar.

Nada más entrar lo que te llama la atención es el tamaño, es una taberna muy pequeña, y a su vez gracias a su decoración es muy acogedora. Lo siguiente, y creo que de las mejores cosas, su atención al cliente, ya que el trato es inmejorable, creo que en pocos sitios personalmente me han tratado así.
Ahora le toca el turno a la comida, todo lo que probé en este lugar estaba sobresaliente, es inmejorable el nivel de exquisitez que alcanzan sus platos, además lo raro es que siendo tan bueno y comida especializada –como es la vegetariana y vegana– no es para nada caro, son precios muy asequibles. Aquí he probado el seitán con salsa de frambuesas, que es a título personal de los mejores platos que he comido en lo que llevo de vida, además del falafel pita, que también estaba muy bueno y las albóndigas vegetales con salsa. Y de postre la tartaleta de chocolate, que extraño en mí es lo menos que me gusta de este sitio, y no porque no esté bueno, que lo está y mucho, pero es que para mi no es comparable con los otros platos. Así que por primera vez encuentro un lugar donde los platos principales son mucho mejores que los postres.
En conclusión ya que los platos son impresionantes y el trato y la atención es más que sobresaliente, es un lugar al que todos deberíamos ir, cabe destacar que he ido con gente no vegetariana y le ha encantado.

Lo primero que me llamo la atención fue el nombre. La comida excelente y trato aún mejor. Un 10!

Es una taberna vegetariana, muy pequeña, apenas tendrá 4 mesas y con la barra bien pegada a las mesas.
Como ya dije en otra de mis entradas, tengo una amiga vegetaría y por supuesto conocía este sitio y el día que vino a conocer mi casa nueva terminamos comiendo unas tapas allí.
No recuerdo el nombre de los platos, se que era típico vegetariano.
Ella decía que estaba súper bueno, a mi es que personalmente la comida vegetariana no me sabe a nada.
Lo mejor es que terminamos la comida con un mojito muy rico.
Y fue bastante barato todo.

aunque no soy vegetariano si que soy pastelero, y algo que me encanta de todos los restaurantes vegetarianos es la elaboración cariñosa que ponen en todos sus postres, Pues que postre lleva carne?
Me encanto el nombre y me encanto su comida, verdaderamente tengo ganas de volver. Y es que no caemos en que muchas veces que salimos por hay a cualquier sitio podemos llegar a comer lo mismo que comeríamos en un restaurante vegetariano (En un asador pedir verduras braseadas por ejemplo, que lo hace mucha gente por que he trabajado en uno). Pero se tiene ese como noseque, de como es italiano solo van a tener tofu. pues no, ya ves cuanto tofu llevan unos champis con ajetes.

Este restaurante vegetariano ha abierto hace poco, ya se está corriendo la voz, a mi me lo recomendó una compañera de clase. Yo no soy vegetariana pero me fascinó su comida por la elaboración que tiene y los sabores.
Me gusta mucho por que se puede ir a tomar tapas vegetarianas, parece que los otros restaurantes se centran en hacer menús y platos, pasteles, pero no en algo propio de la gastronomía española, la tapa y además vegetariana.
Está exquisito, un 10, muy bueno, da igual que no seas un gran amante de la verdura, está realmente bueno, no exagero.