Cines Princesa

Suelen ser los otros cines que visito por ser también donde proyectan las películas en V.O., pero, además de la distancia a casa, aunque sigan siendo céntricos, no me gustan demasiado por la disposición de las salas.
Todas las salas, a excepción de, creo, las salas 10 y 11 que están fuera, en el pasillo que une la plaza de los cubos con la C/​Martín de los Heros, están bajando las escaleras, en un laberíntico piso subterráneo, lo cual en mí incrementa la sensación de claustrofobia.
Incluso los pasillos son en algunas partes muy estrechos, casi no dejando el paso de dos personas a la vez.
Todo esto, sin tener en cuenta que las salas son muy pequeñas y que en algunas la distancia que hay entre la primera fila y la pantalla es muy poca, por lo que lo de acabar con dolor de cuello si te toca sentarte en esta fila está más que asegurado.
Por lo demás, al menos las películas son muy variadas, desde películas muy taquilleras a algunas minoritarias, lo cual es una ventaja frente a otros cines de la capital.

Los Cines Princesa se encuentran en un sitio estupendo para salir a cenar y ver una película. Alrededor de la plaza de los cubos y las calles adyacentes hay locales para todos los gustos. Además hay varios cines en la zona lo cual multiplica las probabilidades para encontrar la película deseada a la hora conveniente. Además, tanto los Princesa como los otros cines reproducen las películas en versión original. Nada contra el arte del doblaje pero donde se puede disfrutar de la expresión y del tono de voz de los actores el doblaje no puede competir por extraña que resulte el idioma.
El pero que le pongo a los Princesa está en el subterráneo: ahora que también tienen las salas de abajo a ver si ponen este espacio en condiciones entre todos los vecinos porque es de cutre y siniestro como pocos y no es una conexión digna entre la plaza de los cubos vital y la calle Martín de los Heros con su variedad de locales originales.

Yo soy de Renoir a tope. Por ubicación y cartelera, siempre que puedo voy a alguno de sus cines. Si es posible, a los Retiro y, sino, a los Princesa, que tienen mayor oferta. Lo malo de éstos es que muchas de sus salas son horribles, con unas pantallas muy pequeñas (y no es que sea yo fan de los megapantallones de centro comercial) y unos asientos a nivel que hacen que no veas los subtítulos si se te sienta delante alguien más alto que Peter Dinklage.
Y claro, tienes que poner en una balanza la comodidad de no desplazarte hasta muy lejos para ver una película con la incomodidad de hacerlo viendo sólo media pantalla.
También es cierto que sólo he ido a ver películas con una distribución muy modesta que se proyectan en las salas más pequeñas. A lo mejor la sala grande es una pasada, pero no he tenido el placer de disfrutarla.
En definitiva, que una pequeña remodelación no le vendría mal.

Me gustan estos pequeños cines que, cual galo, resisten a las invasoras grandes salas en grandes centros comerciales. Además es uno de los pocos lugares de Madrid donde poder disfrutar de una película de estreno en V.O.S. la mejor manera de ver cine para mi gusto.
En el lado negativo pues evidentemente su pantalla no es la más grande ni sus butacas las más espaciosas, aunque tampoco son incómodas. Eso sí, las filas de asientos no están escalonados, con lo que si se te pone alguien alto delante… adiós película.

Lo que más me gusta de estos cines es poder disfrutar de las películas en versión original. Por otro lado, si te haces el carnet de socio del cine (Club Renoir), puedes ir cualquier día de la semana por 5 €, que es una rebaja considerable en el precio.
En cuanto a las butacas, son bastante cómodas y con un espacio suficiente. Lo que echo de menos es más inclinación en algunas salas. Algunas son totalmente planas, y acabas con dolor de cuello.

Ubicados en la plaza de los cubos, los Cines Princesa son un perfectísimo plan B (o plan A, cuidado) debido a su situación céntrica, que los hace muy accesibles.
Además, son uno de los pocos cines que conozco que dan las pelis en VO, que siempre es un puntazo. Ya se sabe que hay traducciones que… Pierden.
Dependiendo de la hora he visto salas medio vacías o colas kilométricas para comprar las entradas que podrían hacer que más de uno llegase tarde a la sesión que quería, así que recomiendo aprovechar su situación e ir con tiempo al menos en fin de semana, que siempre puedes tomarte un café por los alrededores si resulta que no hay cola, y si la hay, pues te evitas un disgustillo.
Las salas son normalitas, pero tampoco un cuchitril. En general, buen plan. ¡Y en día del espectador, mejor!

Buenos cines en un sitio céntrico para ver películas en VOS. En las salas que yo he estado no son demasiados grandes con asientos cómodos y un buen sonido.
Situados en la conocida plaza de los cubos, hay varias cadenas conocidas de restaurantes alrededor.
Los precios por las nubes si no tienes alguna oferta.

Me gustan mucho estos cines fundamentalmente por ser de versión original y un poco también por no haber cambiado su rótulo mítico de la entrada desde hace lustros: una tipografía que recuerdo ya desde la adolescencia, cuando todo lo que hacía era ir al cine, o al menos eso creo. Ahora voy menos, pero de vez en cuando me parece un buen plan y la cartelera de los Princesa es de las primeras que consulto.
Es cierto que no cuentan con las comodidades de los megacines modernos, con sillones gigantescos y una disposición en gradas que te permiten ver la pantalla aunque el de delante sea Arvydas Sabonis, pero es un sacrificio que merece la pena si, como a mí, os pasa que los doblajes al castellano os sientan mal, por no hablar las gracias adaptadas a la cultura nacional (Eddie Murphy nunca sabrá quién es Chiquito de la Calzada, por más que se empeñen los traductores). Aunque esto último pasa poco, por suerte. Este es un discurso que muchas personas considerarán snob y algo inapropiado en un comentario sobre un cine, pero lo dejo claro porque es muy importante para mí el disfrutar de una película en el idioma en que la han rodado, ya sea coreano o francés y es la razón principal por la que visito este lugar.
Dicho esto, las salas de los Princesa son más confortables que las de otros cines de este tipo, hay bares y restaurantes cerca y la selección de su cartelera no suele decepcionar. Sumando estos elementos, creo que son de mis favoritos en Madrid.

Como cines no están mal, céntricos y cerca de muchos sitios donde cenar y además ofrecen películas en idioma original. Esta es la razón principal por la que sigo volviendo.
Lo que deberían mejorar son las salas que son un poco anticuadas … La ultima vez fui en la sala 3 donde se oía mas la gente que pasaba en el pasillo que los actores de la misma película. Lo que mola de ir al cine es ver las películas en tamaño XXL y también tener un sonido de la leche; en ambos aspectos deberían trabajar para ofreces un servicio mejor.

Vale. Son céntricos, pelis en V. O y combinan cine comercial con cine de autor… El problema es que las salas son un desastre: pequeňas y con mala insonorización. Y lo peor es que la estructura del edificio no parece que permita hacer una reforma alguna.

Todo lo que tengo que decir ya ha sido dicho, la verdad es que las pelis en V. O se disfrutan más ¿No?

Esto de ir al cine es prohibitivo. ¡Y más en V.O. ¡Qué os creéis vosotros eso! Si vas el miércoles, día del espectador, la entrada a 3,90 €, y con tu entrada te dan un descuento para tu próxima peli para canjear cualquier día de la semana, por cualquier sesión. Imaginad: Un domingo, entrada que no te llega a los 6 €.
Estos cines están ubicados en la popularmente conocida Plaza de los Cubos, rodeados de un sin fin de ofertas gastronómicas donde hacer el cineforum.
Las salas son pequeñitas y los asientos muy cómodos, y el público bien enseñado.
Mientras esperas la cola, te puedes leer la ficha de las pelis que proyectan, lo que además de hacerte la espera más liviana, puede ayudarte a decidir por qué peli decantarte.
Tienen promociones especiales para los poseedores de las tarjetas Club Renoir.

Me encantan estos cines por su amplia oferta de películas y porque son una alternativa al cine comercial que hay en el 95% de las salas. No estoy para nada en contra del cine comercial (no me pierdo una sola película de Sylvester Stallone), pero prefiero ver películas que lleven el sello personal del autor, que te hablen de sentimientos y experiencias reales, que fomenten la empatía y la compasión, que muestren personajes con los que te puedas identificar, que te hagan reflexionar un poco y que te transporten a otros países y culturas que pueden parecernos extraños pero que están ahí. Yo lo siento, pero en los cines de complejos comerciales es difícil, aunque no imposible, encontrar obras así.
Las salas están limpias y el aforo varía de unas a otras, pero son el tipo de salas estándar que encuentras en cualquier multicine. Los cines clásicos en Madrid murieron con el cierre del Bogart o el Rex.
Un aliciente muy grande que tienen estos cines Renoir es que te dan una promoción para volver por unos 5,50 euros. Así salen ganando ellos y nosotros.

Uno de los escasos cines VO que quedan en Madrid con películas decentes y en un lugar bien céntrico rodeado de restaurantes, bocas de metro y servicios. Hasta aquí bien, pero tiene un gran fallo: en algnas salas las pantallas son muy pequeñas, y el suelo no está ligeramente inclinado hacia delante (o no mucho) de manera que como te toque un cabezón delante lees los subtítulos como yo te diga.
Un pelín incómodos para gente bajita como yo.

Creo que la única pega real que les puedo poner a estas salas es que es imposible ir a ver una de «Harry Potter» sin tener que sufrir los aplausos y gritos de un montón de adolescentes norteamericanos; si les obviamos eso (y que el carné de socio no es gratis como el de otras cadenas), a mí me gustan mucho: la cartelera suele ser equilibrada, las instalaciones siempre están limpias, alrededor hay multitud de sitios donde tomar algo antes o después de la película, está cerca de varias zonas de copeo… Además, no adolece tanto de ciertas deficiencias (traspaso de sonido entre salas básicamente) como otros cines del centro de la ciudad, así que a veces es una buena alternativa a las que más frecuento por proximidad.

Jesús, 8,5 € la entrada… :s Y encima no admiten carné joven los domingos, ni si quiera en la primera sesión… Bueno, al menos la sala 4 me ha gustado: es estrecha y alargada, muy curiosa.

Una selección de películas por lo general bastante acertada, mucho cine Español (que aunque no lo parezca en los últimos tiempos es un lujazo) y mucha VO.
Ideal para pasar la tarde en el centro.

Los Cines Princesa son mis segundos favoritos a la hora de buscar alguna película que quiero ver. Pese a estar en una zona muy transitada de la ciudad, sorprendentemente la afluencia de público es mucho menos de la esperada, y casi siempre suele haber entradas para las sesiones.
Como pasa en el resto de los cines en versión original, simplemente comentar que las salas no suelen ser lo más en cuanto a tamaño y tecnología, pero por lo general las de este cine no están mal del todo. Además, su localización permite que, al acabar una buena sesión de cine, puedas terminar tomando algo en los lugares de ocio cercanos (Malasaña está a, literalmente, tiro de piedra).

très bon cinéma en version originale (ce n’est pas souvent le cas à Madrid) avec une grande sélection de films européens quelques fois indépendants avec toujours deux-​trois films commerciaux de bonne qualité.

El cine Princesa seríà la hermana guapa dentro del Club Renoir, entran dentro del carnet de socio junto con los Roxy A.
Son sin duda los más conocidos, hay que tener en cuenta el lugar privilegiado donde están situados, y al tener nueve salas tienen mucha variedad.
Puede que sean menos «raritos» en su cartelera, pero eso sólo les beneficia.
Siempre tienen una o dos películas españolas. Y por su puesto en versión original.
Sus trabajadores son muy majos.
A tener en cuenta: tienen sesión golfa, que yo personalmente adoro, y que los demás cines del club renoir no tienen.

Situados en la Plaza de Los Cubos, en la zona de Plaza de España como los Renoir y Alphaville pertenecen a los mismos dueños que los Renoir y ponen también películas en versión original como estos pero tiene sutiles diferencias. En sus nueve salas las películas suelen tener un cariz algo más comercial que las de los Renoir originales, siempre hay varias películas españolas, y no desdeñan el cine de Hollywood firmado por grandes autores (te puedes encontrar un Eastwood, por ejemplo) al contrario que los Renoir que se centran en cine europeo y periférico.
Las salas son, en general, de mayor tamaño y mejor cuidadas que las de su hermano original y otra diferencia es que en los Princesa sí venden palomitas cosa que no hacen en los Renoir. Una gran cosa es el carnet del Club Renoir que sirve para estos y para los Princesa y por un fijo anual puedes ir cualquier día entre semana a cualquier hora a precio de día del espectador. Un sitio imprescindible para los amantes del cine en su formato original y no alterado.