Si no fuera por su terraza en la animada calle Argumosa, la verdad es que no sé qué sería de este lugar. Yo soy un fiel defensor del viejismo, de los bares de viejos y con solera, pero incluso yo creo que todo tiene un límite, y Le Petit lo sobrepasa. Llegamos, nos sentamos y esperamos un rato largo a que viniera alguien a atendernos, con escaso éxito. Del bar, eso sí, salía gente a la terraza a fumar. Hasta que, terminado el pitillo, una de esas personas se acercó a preguntarnos si nos ponía algo. Pedimos dos dobles, que vinieron con un platito de aceitunas que yo no pude parar de picotear, porque estaban bastante buenas. Acabados los dobles nos queríamos marchar, y como de ese bar parecía que no iba a salir nadie en el próximo milenio(miraban desde dentro, como si estuvieran en ‘El Ángel Exterminador’ y no pudiesen salir de la estancia), me decidí a entrar. No sé en qué momento traspasé el umbral, pero preferiría no haberlo hecho. Fundamentalmente porque había una tele a todo trapo y era bastante molesto comunicarse.
Paz R.
Place rating: 2 Madrid
Íbamos buscando una terracita en Argumosa y, según pasamos, dos chicas se levantan y dejan hueco libre en una mesa. No damos crédito porque todo está abarrotado, pero hemos tenido la suertaza. Nos atiende una amable señora y nos trae las cervezas con un cuento relleno de aceitunas. Se van sucediendo las cervezas y los cuenvos: patatas, cortezas, revueltos… El lugar no es gran cosa. Ni mucho menos es el mejor bar de la zona, pero está situado en una zona privilegiada y tiene una terraza estupenda. Yo… Si tengo otro golpe de suerte como éste, repito. Y, digo suerte porque no es nada fácil encontrar sitio aquí.