Almacenes Cobián

Me pregunto si para trabajar aquí es requisito ser una rancia.

Los que ya me conocen sabrán que me encanta disfrazarme. En uno de esos eventos de farándula que tengo, se me ocurrió ir con un ojo adornado con pedrería, pero la quería en forma de lágrima y blanca.
Detrás de Sol hay una calle que está llena de mercerías y tiendas de abalorios, siempre han estado allí sobreviviendo a los cambios de la ciudad.
Me recorrí algunas de las más antiguas pero no tenían exactamente lo que yo quería. Al final llegué a Almacenes Cobián, yo lo calificaría como un paraíso para los aficionados a la costura, tienen de todo y separado por mostradores en los que has de tomar turno como en la carnicería. El de los abalorios es grandísimo, tienen de todos los tamaños, colores, formas, brillantes, sin brillar… una se vuelve loca y le entran ganas de hacerse una pulsera con collar a juego y una camiseta llena de gemas de plástico de colores. En otra ocasión fuimos al apartado de las cintas de tela para adornar una camisa militar.
Es el mejor sitio para ir si quieres «costumizar» tu ropa o crear tus disfraces a medida.

Todavía no llego a comprender como han podido transformar unos almacenes tan interesantes como estos, en los que puedes encontrar todo lo que te imagines y más en material de manualidades, en una verdadera pesadilla.
Vayas a la hora que vayas aquello parece el primer dia de rebajas. Miles de señoras mayores te empujan sin miramientos e intentan colarse todo el rato, especialmente si ven que eres joven.
Y por si esto fuera poco, tienen un millón de secciones diferentes, con mostradores y colas independientes. Es decir, que para comprar tres botones, una puntilla y un cordón, tienes que coger tres números, hacer tres colas y sacar la cartera tres veces!
Si yo entiendo que seguramente para ellos este sistema es mucho mas cómodo, pero sinceramente, nunca he visto un lugar en el que se piense menos en los clientes.
He ido un par de veces y no tengo la menor intención de volver. Cuando llegue el dia en el que necesite algo que sólo pueda conseguir aquí lo compraré en la tienda online. Prefiero pagar los gastos de envio que aguantar a una manada de señoronas ociosas desatadas y las caras largas de los dependientes.

Pontejos… es otro mundo. Si lo tuyo son las manualidades, la costura o los abalorios, Pntejos es el paraíso. ¡En esta tienda sí que tienen absolutamente de todo! Dudo que no encuentras lo que necesitas en este universo de hilos, agujas, botones, pasamanerías, cremalleras, lentejuelas, y un millón de etcéteras. A mí me encantan las manualidades y cada vez que voy a por algo que realmente necesito me acabo llevando otra docena de cosas que no tenía pensado comprar, pero que al final utilizo, obviamente. Siempre saco nuevas ideas cuando estoy allí.
También os aviso de que el nivel de gente que os podéis encontrar llega a asustar si vais un día de mucha concurrencia, así que paciencia. Animaos a perderos en sus diferentes plantas, no decepciona, y si no encontráis, preguntad, las dependientas tienen una base de datos en su cabeza que os dejará boquiabiertos

Hace 4 años frecuentaba bastante el almacén de Pontejos, mítico en la capital. Compartía con una amiga de mi residencia de estudiantes la afición de crear nuestros propios pendiente, collares y pulseras, así que Pontejos era nuestro lugar de abastecimiento de todo tipo de abalarios de cualquier forma o color.
Nos hicimos unos pendientes con botones que triunfaron entre nuestros amigos. Pontejos es ideal no sólo para abalorios también te puedes pasar la tarde descubriendo todas las variedades de telas que tienen. Si te gusta el mundo de la costura o, como a mí, crear tus propios complementos, aquí encontrarás todo lo necesario y a los mejores precios. Advertencia, es difícil ir un día que no esté repleto de señoras mayores dispuestas a «pegarse» por ser atendidas antes que tú.