Mi suministrador de cosas de iluminación, un crack que lleva no sé cuantos años ya dándole caña a la chispa y a la bombilla. Todos los domingos Alfonso y su amiga atienden pacientemente a aquel que se dentro en sus dominios de cristal, tulipas y watios. Cables, tornillos y latón. Lágrimas, strass, cerámicas y opalinas esperando un nuevo destino y el brillo de una vida nueva. En los precios, a veces, se le va la mano… pero se puede negociar.