Adam & Van Eekelen

Descubrí este sitio paseando con mi marido buscando un restaurante en esa cale para cenar por su cumpleaños. Nos llamó la atención las lámparas de sombreros en el escaparate. Mirando hacia dentro vimos que era un bar de gin tonics. No lo parece. Con tantos sitios vintage en la zona desde fuera parece uno más. Cuando entras te quedas fascinado con la decoración. Super cuidada y original. Tienen una excelente variedad de ginebras. Y te aconsejan la mejor para tus gustos. La elaboración del gin tonic la hacen a conciencia. No es barato, pero tampoco caro dada la alta calidad de la bebida. No sirven cerveza.

Ah, qué sitio más maravilloso. Atención gintoniqueros: es caro. Pero es lo que tiene la ginebra de importación, el trato personalizado y los locales con muchísimo encanto, que hay que pagarlos. Eso sí, se paga bien a gusto cuando resulta que lo que te ofrecen es un producto espectacular, y a un precio no excesivamente elevado para lo que podía ser.
Yo soy un gran amante de la ginebra, y mi cuñado lo es también. Así que me pareció una genial idea regalarle una buena botella de este preciado líquido por Reyes y acudí a este sitio que tan buenas críticas tiene (y al que tenía muchas, muchísimas ganas de ir).
Fue el mismo Adam el que me atendió, y se tiró un buen rato conmigo. Me preguntó qué ginebra bebía habitualmente mi cuñado y si había probado alguna recientemente que le hubiese gustado. Al final terminamos hablando de todo tipo de ginebras, e incluso de bares en Madrid donde se sirve el gin tonic comme il faut. Al final, me decidí por una de sus recomendaciones, una ginebra que se llama Mayfair (me encantó el nombre y el frasco, he de decirlo) y de la que espero tomar una copa pronto.
Hay que decir que este mismo sitio, Adam & Van Eekelen, abre los viernes y sábados también como bar, y en breve abrirá un salón de whisky en la parte de abajo. Que no soy yo muy de whisky, pero a probar a ver qué tal iré fijo.

Esta es una de las razones por las que Madrid es una ciudad distinta. Ayer me apetecía una copa en un ambiente entrañable y hogareño y a la vista está que no fallé. El trato exquisito desde que entramos no hacía sino presagiar lo que fue uno de los mejores gintonics que me he tomado en el barrio. No era sólo estar rodeado de todo tipo de ginebras y vodkas, sino la amabilidad exquisita del chico que nos atendió.
Las copas bien puestas, con hierbabuena o naranja según la ginebra y la tónica elegida para la ocasión fue la feever tree.
Cuando salí, me sentí sumamente contento de vivir en Madrid y que la ginebra esté de nuevo entre nosotros.

Siempre que pasaba por delante por la calle Pez despreciaba y envidiaba a la vez a los que se sientan ahí dentro a tomarse un cctel o una copa. Justo ayer nos armamos de valor un amigo y yo y entramos a tomarnos una copa y dejarnos recomendar a la hora de tomar un gin tonic en condiciones. Nos puso dos a probar, discutimos sobre la tónica, cuál es mejor o peor y por precios de las más comunes. Después nos invitó a coctel de vodka y limón.
Además de tienda y como pequeño bar hacen unas catas por 35 por persona los fines de semana donde tomas unas cinco copas. Vamos, paa los expertos o que quieren introducirse en este mundo en una tarde ya no hay duda de donde ir. Además de ser una tienda muy agradable!

¿Que los gin-​tonics están de moda? Negocio a la vista. Y seguramente les vaya muy bien. Y ojalá que sea por muchos años. Marcas Premium de ginebra y vodka, destilados imposibles y botellas de diseño.
La tienda es chula, muy diáfana y elegante, de un diseño muy británico y un encanto especial. Los precios están algo inflados con respecto a otras licorerías que conozco (hasta cuatro pavos de diferencia), pero si te gusta probar cosas nuevas a un precio relativamente asequible, no dudes en darte una vuelta por aquí. Sí, ya he dicho que la tienda no es barata en relación con otras, pero el precio sigue siendo asequible. ¿Sabes cuánto cobran las copas en cualquier bar que se halle situado en cien metros a la redonda? Pues eso. Stay at home and enjoy.

Resulta que mi padre es un poco pijotero con ciertas bebidas. Hace muchos años en un viaje por Europa compró una ginebra holandesa al estilo tradicional de hace un porrón de siglos (de 1575 para ser exactos) con un nombre un tanto extraño (Corenwyn Bols) y siempre andaba diciendo lo mucho que le había gustado. La busqué por casi todos los rincones de Madrid y no la encontré hasta que alguien me habló de la existencia de este lugar. Así que si eres un fanático de las ginebras o del vodka, aquí seguro que tienen el que buscas, por rebuscado y retorcido que seas en tus peticiones. Eso sí, sé consciente de que es una tienda delicatessen, así que lo compres va a ser más caro que la media.
Por cierto, puedes llamar y enterarte de las catas que organizan.