Uno de mis preferidos de Lugo. Además de disfrutar de abundantes tapas(como en todo Lugo) el ambiente es inmejorable. Hay una zona de comedor(comida gallega y árabe) muy acogedora, de piedra y con un escenario donde en ocasiones hay actuaciones musicales, de magia No podéis ir sin tener una charla con el dueño, que es el que realmente le da esa magia(literalmente) al sitio.