Can Traver

Mítico restaurante de cocina catalana en Bigues i Riells. Casa estilo masia con amplias salas. Exterior con zona de parking amplio con olivos. Zona con jardin con porxo y carpa para celebrar diferentes eventos.
Hemos comido muy a gusto con excelente trato por parte del servicio.
Recomiendo la ternera guisada con rovellons, un clasico de la casa.

Un restaurante idílico repleto de encanto. Si quieres disfrutar de una comida tradicional catalana no dudes en venir a Can Traver. Amplio aparcamiento al aire libre rodeado de olivos donde tu coche disfrutará de unas preciosas vistas de las montañas.
Al entrar al interior serás recibido por un reloj de agua, una escultura única en el mundo que tanto niños como adultos disfrutarán viendo su funcionamiento.
En cuanto al restaurante la atención es única y cariñosa. Los camareros y el personal es atento y no dudarán en ofrecerte una comida perfecta.
Tanto si vas por menú como si vas por carta siempre acertarás ya que no hay un solo plato que este malo. Tienen menú diario a precio competitivo y los platos son más que satisfactorios.
Ideal para venir en familia o si quieres una velada romántica. Tienes la posibilidad de celebrar bodas y comuniones así que si tienes la oportunidad no lo dudes.
Llevo viniendo desde que tengo uso de razón y a fecha de hoy siempre he salido satisfecho del restaurante.

Monocle magazine added «Enjoying a calçotada» to their must, must do in your lifetime list of experiences. I would say that this beautiful, traditional «masía» is a perfect place to do it! Calçots are Catalan spring onions which you can have from late January to early March (roughly), they’re grilled (more like «set on fire», haha) to perfection and brought to the table charred. Any local will tell you how to enjoy them: take it with your hand and then press the stem just above the root. You’ll feel it «snap». Grab the leaves and take the sweet, steaming onion in the middle out of the charred outer part. Dip it in Romesco sauce, which is made with hazelnuts, olive oil and paprika… then throw your head back and put it in your mouth just the way you would swallow a sword. The combination is absolutely delish! And in Can Traver they know what they’re doing: not only the place is amazing –I particularly enjoyed the yard with the very old olive tress– and packed with Catalans eating what seems like a national dish (calçots) in the very specific and utterly funny way that they’re eaten, but it will also make you feel like you stepped back in time. I mean in in the best possible way!

This place is just the definition of beautiful, typical traditional Catalan house (Masia) with a field of olive trees and with very beautiful views of the mountains.
The water clock is quite a unique thing they have in their front yard.
We’ve been here few times and the staff is very kind and friendly. The architecture of the house is very cosy inside and the environment is very welcoming.
We had a «calçotada», a typical catalan dish which can be eaten from January to March/​April. Calçots are some sort of vegetables, made on the fire which are then peeled with your hands and sank in the «romesco» sauce. It is unbelievably good — you won’t taste anything similar outside of Catalonia at least for a while.
As part of the «calçotada menu», after the «calçots» generally you have meat: catalan sausage, chicken, black sausage, rabbit and lamb with some fries and tomato bread. And as a dessert, «catalan cream» which is kind of the french «crème brulée» but slightly different.
Everything is delicious and I recommend everyone who likes to live traditions and food, to go there and have one of these menus!

Fui a la celebración de una boda con lo que la reseña estará enfocada a este hecho.
El lugar es precioso. No he tenido la oportunidad de leer nada acerca del lugar pero diría que era una masía de unos antiguos propietarios de tierras. Sin ir mas lejos una de las zonas de aparcamiento (tienen 2 zonas de aparcamiento) está lleno de olivares perfectamente alineados. Por dentro salones muy amplios, propios de un restaurante donde se quiere celebrar acontecimientos privados.
Por lo que respecta al plano gastronómico nada sorprendente. Pensad que era una boda con lo que hay un precio por comensal y dependiendo de ese precio hay una calidad u otra en la mesa. En nuestro caso lo que hubo en mesa no destacaba especialmente en nada. Los vinos tirando a medios-​bajos, los platos fríos de frigorífico en el caso de las ensaladas y tibios en el caso de los segundos platos. Cava malo y bastante dificultad en el momento de pedir segundas botellas.
Hubo un problema, a mi consideración, grave. En una de las zonas de aparcamiento propias del restaurante, durante el convite, rompieron los cristales de algunos coches y robaron objetos de su interior. En el caso especial de un coche intentaron llevárselo. Con esto quiero denunciar las malas o nulas medidas de seguridad dentro de sus propias instalaciones. Me dio la sensación de que el restaurante quería exonerarse de cualquier responsabilidad acerca de este hecho aunque desconozco como ha acabado el tema.