Era un Viernes a las tres de la tarde y en Berga estaban casi todos los restaurantes cerrados: La Nota, Menta, La Granja… no sé porque. Dimos muchas vueltas y al final, siguiendo el consejo que nos dieron en una tienda, acabamos en el Mikado. Es un restaurante cafetería bastante nuevo. La verdad es que está muy bien, amplio y limpio. La atención, muy buena. Y esto es algo que se agradece cuando vas con niños. A nosotros solo nos desagrado una cosa: el ruido de la maquina de café al moler el grano. Como diría Raphael, ¡es un escándalo! Menos mal que es poco rato… Sobre la comida, tienen menú a mediodía por 13 €, que dicho así puede parecer caro, pero cuando acabas de comer, ya crees que es un buen precio… ;) Las raciones no son muy grandes, pero sobretodo en la carne, se nota la calidad de la materia prima. Los postres, la mayoría son caseros y los que probamos eran muy buenos, sobretodo el flan de mató con miel y nueces. En fin de semana también tienen menú por 2 ó 3 euros más. Creo que es una buena opción para comer en Berga.