Estació de França

No puedo creer que aún no haya escrito una reseña del lugar donde paso la mitad de mis dias. No es que viaje mucho. Es que curro en las oficinas de uno de sus laterales.
Trabajo en el mundo del ferrocarril y he visto muchas estaciones. Pero pocas comparadas con esta… La Estació del Nord de Valencia, la antigua estación de Delicias en Madrid… Edificios impresionantes de otra época. De cuando el ferrocarril olía a carbón y vapor, y el caballo de hierro surcaba los valles y montañas.
Es una estación, por desgracia, abocada a desaparecer tarde o temprano. Conocida históricamente como Barcelona-​Término, sus trenes son todos de origen o final de recorrido. De ahí que sea cuestionada su utilidad, y lo más probable es que, en el mejor de los casos, acabe convirtiéndose en un centro comercial. Y digo en el mejor de los casos porque imagino que esta es una de las pocas maneras en las que podría conservarse semejante obra de arte.
Encargada por la ya extinta MZA (Compañía de los ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante) e inaugurada en 1929 por Alfonso XIII, fue construida por el arquitecto madrileño Pedro Muguruza Otaño, que, como curiosidad, posteriormente sería el primer proyectista del Valle de los Caídos en Madrid. La estación consta de 12 vías principales, y hoy en día los edificios que rodean las vías están destinados a oficinas, de la universidad en el ala izquierda, y de Adif y Renfe en el ala derecha.
De ella parten casi todas las líneas regionales de Cataluña, algunos servicios de largo recorrido y la línea R2 Sud de Cercanías de Barcelona.
La estación dispone de taquillas de venta de billetes, así como de máquinas autoventa de billetes AVE-​Larga Distancia y AVANT. El servicio de atención al cliente se encuentra en el ala izquierda del recibidor, mientras que en la parte derecha se halla un enorme restaurante donde puedes disfrutar de un económico menú del día. Las 3 o 4 veces que yo he comido allí he salido más que satisfecho.
Mi deseo es que esta estación no desaparezca nunca, pues se perdería un importante pedazo de la historia ferroviaria de este país, así como uno de los edificios más importantes de la arquitectura civil barcelonesa.

Hacía muchos años que yo no pasaba por esta estación y tengo que decir qu está exactamente como la recordaba. Luminosa, amplia… Me encantan las estaciones de tren con techado encima de las vías, me recuerdan a la de mi pueblo y eso me gusta. Después de 20 años o más vuelvo por aquí para comprobar que todo sigue en su sitio, que sigue siendo un lugar de tránsito pero también el enlace con la zona marítima de
Barcelona, donde en pocos minutos llegas al zoo de Barcelona, al Maremagnum, al Aquarium, al barrio de la Barceloneta. Una zona llena de vida y donde está mucha de la esencia de la Barcelona de ayer y de hoy.

Bastante más bonita que la de Sants, aunque en algunas partes de sus instalaciones se nota que no es una estación con un gran trásito como lo es la otra. El vestíbulo es precioso, es una estación a la antigua usanza, por diseño, forma, materiales, forma de curva…

¡Me encanta esta estación! ¡debo confesarlo! ¿cómo te pueden gustar las estaciones o los aeropuertos? porque en el fondo, son como espacios transitorios no? que sirven para ir de un lugar a otro.
Pero es cierto que hay países que tienen «Una estación» o «Un aeropuerto» que te hace pensar en lo bien que lo han pensado los ingenieros o arquitectos jodíos (con perdón). En el caso de Barcelona yo diría que para mi, esa estación es la de Francia.
Es majestuosa, amplia, grande, bonita, nada que envidiar a ninguna otra. La más antigua de Barcelona donde vienen y salen trenes regionales y de larga distancia.
Hay muchísimas vías de tren y lo fuerte es que casi nunca te sientes agobiado de gente, y debe pasar mucha al día…pero es amplia y diáfana, además de preciosa.
A veces también utilizan el espacio para hacer ferias y mercadillos, cosa que no me desagrada ya que el telón de fondo, la estación, es de lo más inspirador.
En fin, que como consejo práctico: yo muchas veces vengo aquí a coger el tren de rodalies porque es el inicio y fin de la línea que cojo. Total: así me aseguro asiento en el tren y en el viajecito.

La «más mejor» estación de tren de Barcelona; además de la más antigua y la original de la ciudad condal.
Una pena que se esté quedando pequeña y sin niguna posibilidad de ampliación o mejora, ya que está a espaldas de la Barceloneta, enclavada entre el Pla de Palau y el Parc de la Ciutadella.
¡Aunque no es que yo quiera que la reformen; en absoluto! Sólo que seríà la única forma de que no pierda tráfico y la acaben jubilando o convirtiendo en otro expositor más para turistas, representativo sólo de la magnífica arquitectura modernista.
¿Se nota que estoy enamorada de ese hall antiguo con olor a otras épocas, o de toda su estrictura de vigas de acero vistas? Y de esa especie de calma, incluso en horas punta de tráfico de viajeros, que te llevo a aotra época. ¡Y te hace esperar toparte a la vuelta con un señor con monóculo y pinta de dandy del XIX. O con una muy vistoriana señora, con vestido con crinolinas y bonnet.
En fin … Tenéis casi al lado — a distancias variables — algunas paradas de la línea amarilla (04) de metro, así como la línea de Tram T4 (cruzando el Parc) que va hacia el Besòs y Sant Adriá.
Y en la estación se hacen cada vez más eventos, como exposiciones, ferias o cenas, etc.

Uno de mis defectos es que vengo del extraradio! Si, no soy barcelonesa de pro, voy y vengo cual vulgar «commuter»…
Así qué para mí coger el tren y el bus es el pan nuestro de cada día… Y últimamente me ha dado por aterrizar vía Estació de França, que es espectacular!
Es bajarse uno del tren y quedar enclavado en una estación de altura grandiosa, con marquesina, con los relojes antiguos, los mármoles… Es que te rodea una majestuosidad que parece que estés en un libro de Zafon. La estación más importante de barcelona debería ser ésta y no la abominable Sants.

What more do you want? It’s an old-​school station: big, open and elegant. Compare it to Sants: crowded, underground, and ugly.

No puedo decir que sea una experta en estaciones, y menos de Barcelona, pues tengo vehículo propio y no uso mucho el transporte público… pero esta estación es en mi opinión una de las más bonitas de la ciudad (si no la más). Está justo al lado del parque de la Ciudadela y relativamente cerca del puerto olímpico. El exterior se basa en una enorme estructura metálica y su interior parece sacado de alguna escena romántica de alguna peli antigua pues es elegante y majestuoso. A pesar de lo grande que es, se trata de una estación tranquila, y nada tiene que ver con una estación como Sants. Aun así, de la Estación de Francia parten muchas líneas regionales y de media distancia y algunas de largo recorrido a Francia (de ahí viene su nombre).

la estacion de francia es la mas famosa de barcelona, con un peso de historia y una bella arquitectura.

Desde luego no tiene nada que ver con la estación de Sants, a la que casi todos llegamos y que es tan fea como la de Chamartín en Madrid. La estació de França es sobre todo monumental, digna de estar en las guías turísticas.
Nunca me había acercado a verla, pues las veces que había estado por Barcelona y pasaba por allí siempre la había visto con andamios y cerramientos, como si estuviera en una perpetua obra.
Tiene un vestíbulo grandioso, fastuoso, de mármol bien pulido y dorados, que sin duda habla de otra época. Es una estación tranquila.
La estructura de la bóveda de los andenes también merece echarle un vistazo, toda una obra de ingenieríà la distribución de las tensiones.

Nunca he cogido un tren en esta estación, porque me queda un poco lejos de casa, pero cada vez que voy a visitarla me gusta más. Su arquitectura elegante, de otra época me recuerda a las películas. Incluso me suena que ha salido en alguna.
Su aspecto es lujoso, gracias al mármol, el bronce y las estructuras de hierro que la sostienen. Es fácil imaginarse un típico ferrocarril echando humo, entrando en esta estación.
Además, cerca de los andenes, podrás encontrar una curiosa maqueta que muestra los pasillos y recovecos de la estación.

Lamentablemente, la facilidad de coger Cercanías en otros puntos más prácticos de la ciudad me han alejado de sus andenes, pero aún guardo un guiño visual en mi memoria para la estación de França.
En mis pensamientos es el vestigio que queda de la época dorada del ferrocarril, la estructura victoriana, el peculiar andén en curva, las banderas ondeando en sus laterales… un poco como Chamartín o Atocha en Madrid, ya que Sants ha pasado a la fase de «estaciones intermodales supramodernas».
En fin, las máquinas ahora no desprenden vapor de sus frenos y el humo del carbón en combustión hace décadas que pasó a mejor época. Pero para eso siempre nos quedarán las películas… o un vistazo a las estructuras de hierro forjado de sus arcadas.

A quién no le gustan esas escenas románticas de las películas clásicas en que la pareja protagonista se encuentra o se despide en una hermosa estación de tren?. Pues la zona de andenes de la Estació de França fácilmente el escenario de esos momentos.
Mucho menos transitada y más tranquila que las demás estaciones grandes europeas, vale la pena acercarse para ver el techo y el pequeño lobby. Tomar fotos ya depende del ánimo de los agentes de seguridad de turno, que bien pueden ser simpáticos y contar alguna historia de la estación, o pueden pedir que guardes la cámara y te largues.

Aunque está menos transitada que el resto de estaciones ferroviarias de Barcelona, ésta es la única digna de ser visitada por sus características histórica y arquitectónica. De estilo modernista, fue edificada entre los años 1925 y 1929. La parte más espectacular del edicifio es la que corresponde a los andenes: están curvados en forma de «U» y cubiertos por una estructura de hierro en forma de bóvedas, que alcanza los 29 metros de altura. Además, las dependencias que flanquean este espacio están adornadas con elementos de mármol y bronce, y con algunas vidrieras decorativas.
Tanto esta sección como el vestíbulo de la estación se han utilizado muchas veces en películas, series y anuncios de televisión. Vale la pena pasarse por ahí, por ejemplo, en uno de esos paseos de domingo por la mañana, que pueden empezar por el parque de la Ciutadella y terminar con unas tapas en la Barceloneta. Ya tienes hecho el plan.

Arriving at this station early on a recent Thursday morning on my way to Primavera Sound festival was a highly confusing experience, entirely because I thought we were going to arrive at Estació de Sants (a station further north).
Imagine my concern when I picked up a map from the information desk, found Estació de Sants on it, went out on to the street and couldn’t make head nor tail of where I was! Thankfully after 10 minutes of confused wandering I asked a passerby for help and was surprised and very pleased to discover I was already near the guesthouse. Perfect!
Estació de Franca was very convenient for my trip — just a few minutes walk away from Barceloneta Metro station, close to where I was staying and not far from the Barri Gothic and La Ramblas either. It’s not a massive station either so finding my train home was easyhandy when there’s only one overnight train per day to Paris — missing it would have been a calamity!

la estacion de francia es la estacion de tren mas famosa de barcelona, situada al lado del zoologico de barcelona, es un buen lugar de encuentro tambien, dispone de cafeteria restaurante, y el servicio es excelente.

esta estacion siempre ha estado hay desde que yo recuerdo es digns de ver.

La estación de Francia, además de tener una historia digna de contar, ya que desde aquí partían los emigrantes a Francia; es un edificio con una arquitectura de principios del siglo XX digna de ver. Además, suelen hacer exposiciones y eventos, como el antiguo salón del Cómic de Barcelona.

Una buena excusa para ir a admirar un buen ejemplo de arquitectura! Y luego .un tren rumbo a la France!

Nice to see the photos. I used to pass through there often in the 1940s and 1950s on the way to and from France. It was much busier in those days, because it was the main station of Barcelona. Now it’s been lovingly restored but much of the life has gone out of it. The restaurant, run then by the Regas family, father and son, was a great meeting place.

Eclipsed for the past thirty years as Barcelona’s main station by the subterranean sprawl of Barcelona Sants, the França terminus station is nevertheless the much more attractive of the city’s two main stations, and worth a look in its own right as a piece of early 20^th-​century architecture.
Built in the 19^th century as the main terminus for trains arriving from France (as the name suggests), it was rebuilt and reopened in 1929 for the International Exhibition held in Barcelona that year. With two huge, curving train sheds covering 12 platforms and a grand vaulted concourse with a polished marble floor, the whole project was conceived on a grand scale in a restrained fusion of the art nouveau and classical styles (although the external façade is a little too restrained for my taste).
The construction of the east — west line through the centre of Barcelona via the modern Sants station in the 1970’s rendered França somewhat redundant. Although it is close to Cuitadella Park and the trendy Barceloneta sea-​front quarter, it is rather further from the current commercial centre of the city, although it is more convenient for the old Gothic Quarter. It isn’t even connected to Barcelona’s metro system Barceloneta station is a good five minute walk away, via the back streets to the west of the station — but the half hourly airport shuttle (line C10) will also take you into the centre.
To-​day, the station is the starting point for express trains to Madrid, Valencia and other Spanish cities, medium-​distance services to other parts of Catalonia, the half-​hourly train to Barcelona Airport (all which also pass through Sants) and a few overnight trains to and from France. The main concourse contains the ticket office, information centre, left luggage facilities and an incongruously huge cafeteria. The platform concourse also contains a quaint scale model of the station, complete with toy trains.
Although beautifully maintained, the small number of passengers who use the station seem completely lost in its vast, echoing public spaces. But that also makes it easier to appreciate as a piece of public architecture, and the absence of crowds and queues makes arriving or departing by train a rare and pleasurable experience.