Meson Don Fernando

Regulin. Comimos en la terraza porque dentro había mucho ruido. El servicio bastante deficiente. Aunque el camarero era amable no nos quedamos satisfechos. Sobretodo porque al ver que éramos dos extranjeras y un español con pinta de inglés nos cambiaron un plato sin. ninguna explicación, supongo que pensaría que no notariamos el cambio. Le pregunté cuál de los platos era la carrillada y me señaló un plato de solomillo. Le dije que eso no era carrillada y dijo: ah si. Es que ya no queda carrillada. Pufff. Nos pareció caro para lo que comimos y más por el detallito de la carrillada. Nos pusieron otra ración de pan sin pedirla y la quisieron cobrar, claro! No la habíamos tocado. Es el tipo de negocio que al estar en. una zona tan turística y de paso saben que no necesitan ganarse al cliente. Es una lástima porque tiene una ubicación muy buena. En fin… no volveremos.

20 EUR for four medium-​sized glasses of Sangria. What a rip-​off. Place was near empty when we walked in, should have known better. Avoid at all costs as there are ample better dining and drinking experiences just a few steps down the road.

It’s easy to walk right past Don Fernando — it’s one of the many restaurants in Southern Spain where a waiter has the awful job of standing outside attempting to lure in potential diners. But do yourself a favor: go in! The exhaustingly extensive menu actually features some really good food (especially the sword fish, and the truly tasty, fresh mixed salad), some very reasonably priced red wine, and very friendly service. There’s nothing creative or inventive here; instead, Don Fernando is executing basic Spanish fare with good results.