Lluna de Valencia

LLUNA de Valencia
Arroceria y Restaurante
LLUNA de Valencia
Restaurant
Specialites: Rices
Despite the fact that it has been 5 minutes from my home foy years, I recentlly «discovered» la LLUNA.
It is located between several towns where there are farming fields, therefore, there isn’t much traffic.
The outside area of the LLUNA is enticing and the inside even more so.
It seems like an exclusive place, limited to few, but that is not the case.
In my opinion, they offer quality at reasonable prices.
This includes, a unique and exquisite decore, a down to earth service and delicious, fresh food.
The maitre, Javier Francisco Fuertes supervises and offers classic and new dishes to enjoy, along with a friendly and beautiful atmosphere.
Their specialty is rice, but they go beyond and offer other equally delicious dishes.
Since my first visit there, I have been back to dine with different people and everyone has enjoyed it.
Even during the week tables may be all taken so, it is better to reserve, just in case.
La Lluna is a quaint, quiet place, where you can talk business or pleasure leisurely, be with family or friends. It is for everyone.
They also offer menus for those who like to eat several courses.
I prefer choosing a la carte.
No doubt I will be back again. There are still many people I would like to share the LLUNA experience with.

La noche de San Valentín es especial en muchos sentidos para las parejas. Buscas algo fuera de lo común para disfrutarla más, estás más pendiente de los detalles, quieres algo más…charming…con magia.
Elegimos este local por como es: un restaurante muy pintoresco con un toque kitsch muy conseguido.
Pero lo que realmente da valor a un restaurante es la comida, y aquí el pinchazo es mayúsculo. Siento que sea así, pero quedamos muy defraudados. Pedimos foie, y nos ponen dos tacos del tamaño de Pamplona y tostadas de las de Ortiz de toda la vida! Tamaño exagerado y con un poquito de confitura que no le aportaba nada. Una ensalada tibia con unas gambas muy gordas pero crudas y con vieiras insulsas, y mal aliñada. Un magret de pato de nuevo completamente insulso y en el que parte de la guarnición era un trozo de tortilla de patatas con una crema de espinacas, pero la tortilla precocinada; sin palabras… Y el entrecot trinchado… ya me pareció raro que no preguntaran el punto, pero es estoy casi seguro que esa carne no era entrecot, y si lo era, uno de los peores que he comido. Para colmo, pedimos coulant de postre y estaba demasiado cocido, se había cuajado…
En fin, desolación total en esa noche tan especial en la cual buscas algo más y encuentras algo menos.
Ah, y todo ello por el «módico» precio de 87 euros. Al menos, el vino, un número 12 Venta del Puerto, estuvo más que decente.
Siento mucho tener que criticar en negativo, pero cuando pagas por comer bien y no lo consigues, la cara de tonto que se te queda es demasiada para quedarte en silencio.

Restaurante situado en una alquería típica valenciana en plena huerta. Muy acogedor y con un personal muy profesional. Servicio rápido.
A destacar el pastel de berenjena y colas de langostinos, el arroz meloso de conejo y setas y el bizcocho caliente de chocolate.

Este lugar escondido en la huerta entre Alboraia y Almassera, te ofrece una cocina casera, digna de probar. Es una alqueria del siglo XVI con una decoración ESPECTACULAR. Tienen un olivo milenario en la terraza y los interiores en piedra y madera.
A mí personalmente me encantan sus almuerzos. Esos bocadillos de carne de caballo con ajos tiernos (una de sus especialidades), regados con vino y buena compañía… no te dan ganas de irte. Además, este lugar es ideal para para llevar a clientes o comidas de empresa, ya que tienen un salón en la parte superior.
La atencion y el trato es exquisito.
Disponen de Parking privado, muy cómodo para ir coche o en bicicleta.
¡Y encima está muy cerca de la playa!

El lugar es adecuado pero no me causó gran impacto. La carta no es amplia y tampoco sobresale en calidad. No tengo pensado repetir

Restaurante situado en Almassora.
Me sorprendió este lugar, por su decoración rústica y de la tierra, por su servicio, sus platos.
El servicio algo lento entre plato y plato y con las bebidas.
Sus platos valencianos, con ingredientes de temporada. Elaboran todo ellos haciendo un restaurante distinguido y conocido.
El precio está sobre los 30 euros.
Comentar que tienen en exposición una colección de relojes y consolas antiguas.
Me gustó el detalle de acompañar la velada con un agradable sonido de piano.

Un restaurante tipico de l’Horta Valenciana, con todo el sabor de la cocina del Este de España. Su decoracion es todo un museo agricola, y de hecho el mismo restaurante esta montado dentro de una antigua alqueria del sigo XVI, rehabilitada para su uso como local de comidas. Precios algo caros, pero la calidad tiene un precio en estos casos.
A destacar su paella tipica valenciana, y sus tapas de ‘esgarraet’, las mejores que he comido en mucho tiempo.