Universidad de Alcalá de Henares

Et luteam olim marmoream nunc … antes de barro ahora de mármol …
Soy de Alcalá, y pensar que he tardado más de cinco años en escribir sobre su principal me da un poco de remordimiento.
Cuando pensamos en Alcalá (a nivel monumental), a la gente normalmente le vienen a la cabeza tres cosas, la calle Mayor, la plaza de Cervantes y la Universidad. En otros ámbitos nos acordaríamos de la costrada y las almendras garrapiñadas de las Clarisas.
Al lío, lo que todos asumimos que es la Universidad de Alcalá no es otra cosa que el Colegio Mayor de San Ildefonso (su edificio principal porque la Universidad son más cosas). No voy a echar la chapa, … es una de las obras más importantes del renacimiento español, … la mando construir el Cardenal Cisneros, … es de Gil de Hontañón … etc., etc., en mis años mozos era capaz de explicar cada uno de los elementos de la fachada, los patios, el paraninfo, la capilla, etc.
Para visitarla, aunque muchas veces el acceso está abierto al menos a los tres patios principales, yo recomiendo, pido por favor que la gente haga la visita guiada (porque no hay color). Te explican (o al menos hacían) la fachada principal, el patio de Villanueva (del que he tomado el inicio de la reseña y que supuestamente dijo Cisneros), el patio de filósofos, el patio trilingüe que da paso al Paraninfo (que todos hemos visto todos los años en la entrega de los premios Cervantes) y la capilla con su artesonado y el sepulcro vacío del Cardenal (antes estaba en la Magistral).
En verdad, y echando la vista atrás, creo que sería capaz de dar una visión bastante completa de la Universidad, sus colegios, y su historia, pero creo que es mejor venir a verla …

He estado millones de veces en Alcalá de Henares, pero nunca, nunca, nunca había visitado la Universidad. Por cuatro euros y medio puedes hacerte el turista, y disfrutar de todas las leyendas, curiosidades e historias verídicas como la vida misma que tiene esta ciudad Universitaria, la primera planificada del mundo.
La visita guiada dura unos cuarenta minutos y la verdad es que merece muchísimo la pena, aunque ahí va un aviso para navegantes: te vas enfadar (mucho) al ver lo mal que se ha tratado a lo largo de la historia a este (ahora) Patrimonio de la Humanidad según la UNESCO. Ha sido expoliado y maltratado por sus diferentes dueños, hasta tal punto que muchas cosas ha habido que restaurarlas prácticamente desde cero.
El colofón final es el impresionante Paraninfo y su cátedra, donde se entrega todos los años el popular Premio Cervantes. Y cómo no, la imponente fachada que representa el camino al conocimiento y al saber. Una visita divertida, pedagógica y muy interesante para cualquier día de fiesta.