Pésimo servicio, los precios de la carta no coinciden a la hora que te cobran y si reclamas, lo único que te dicen las ineptas empleadas es que no tienen cartas con precios nuevos… No pidan el «café de olla» ni es café, ni sabe a canela, ni tiene piloncillo… Es un polvo que sabe a agua de calcetín sucio y aunque en la carta dice que cuesta $ 33.00, a la hora de pedir la cuenta, te lo encajan a $ 45.00 y si reclamas, la empleada se ofende… ni sabe el nombre del dueño, ni cuándo llega, ni el teléfono del negocio… Una total decepción!!!