Monumento a la Esperanza

Tijuana es una ciudad que recibe a miles de personas con un solo propósito, un mejor futuro. Es por ello que las autoridades edificaron este monumento que representa que en esta ciudad existen esas oportunidades para sobresalir ante tanta adversidad que se vive en nuestro país.
El «Monumento de la Esperanza» fue construido con una inversión de 27 millones de pesos y está situada sobre el boulevard Industrial en la Delegación Centenario.
Este comprende dos torres de 35 metros de altura, donde cada una de las dos estructuras simbolizan las dos naciones divididas por la frontera, también hay una fuente y un centro luminoso que representa «la luz de la esperanza» con la que llegan a establecerse a esta ciudad todos los migrantes.
Es una obra vanguardista que ha destacado y en poco tiempo se ha convertido en un símbolo de la ciudad. Su diseño arquitectónico es un concepto urbano innovador, que ha sido merecedor de un Premio Obras Cemex uno de los más importantes en materia de urbanismo e ingeniería civil.

Si no se ponen las pilas los arquitectos o quienes quiera que sean quienes diseñen los monumentos del país vamos a terminar rodeados de pedazos de pared de gran altura conmemorando cualquier cosa.
El monumento a la Esperanza me transmitió todo menos una sensación memorable, me pareció un monumento sin chiste como el monumento Bicentenario de paseo Tollocan en toluca o la Estela de Luz en D.F. Cuando veo revistas de arquitectura y todas las nuevas cosas que se hacen como el Monumento a la Batalla del Cinco de Mayo en Puebla (genial ejemplo de la reinterpretación de un monumento como espacio público) o el Parasol Metropol en Sevilla me doy cuenta de cuánta falta hace de ingenio e imaginación a la hora de construir monumentos.
Los monumentos conmemoran, recuerdan una idea, lugar o persona. En México hay una gran tradición que Lourdes Grobet recopiló en fotografías de lugares y monumentos raros e inusitados. Al menos esos tenían jiribilla o resultaban divertidos. Los nuevos y últimos monumentos son sosos, aburridos o terminan representando una idea diametralmente opuesta a la que fueron concebidos (suavicrema de la corrupción). Monumento viene de memorable, de recordar. Es fácil olvidarte de este y otros monumentos. Los arquitectos y diseñadores deberían hacer cosas que hicieran de una experiencia algo para siempre.