Gayosso

Los mexicanos tenemos problemas con la muerte: sí, la celebramos con particular alegría el 2 de noviembre; escribimos calaveras para mofarnos de la «huesuda»; regalamos calaveritas de azúcar con el nombre de los amigos y sopeamos rico el pan de muerto en la taza de chocolate caliente. Ah, pero cuando se trata de mirarse a la cara con ella, se nos va el buen humor.
No quiero decir que celebremos la muerte de los seres queridos. En carne propia sé lo que duele que te arranquen la presencia de aquellos a quienes amas. Pero sí que dejemos de evadir el tema. Que seamos previsores, por ejemplo, con la muerte de uno mismo y, como acto de amor, dejemos todos los trámites del paso al «otro mundo» resueltos, para no abonarle más penas a nuestros familiares.
Estas gestiones van desde el testamento hasta los servicios funerarios y el sepelio. Respecto a esto último, Gayosso llegó a Tijuana hace relativamente poco tiempo. Sus funerarias están en lo que antes conocimos como «Funerales del Río» y «Capillas de Santa Gema».
A muchos nos ha tocado visitar sus salas (de distintos tamaños, para adaptarse a las necesidades del caso) en más de una ocasión. Acompañar cortejos fúnebres, atendidos con todo respeto y sensibilidad, ante la penosa situación. Sus servicios concluyen en «Monte de los Olivos» o «Jardines de Santa Gema», dos de los panteones privados más grandes y mejor cuidados de la ciudad. También transportan féretros y urnas a donde se solicite.
Mi opinión está en apostarle a la previsión. En ser responsables porque, seamos francos, morirse en este país no es nada barato. Así que revisemos los planes de pagos, las distintas opciones y dejémosle a los nuestros seres queridos un regalo de despedida.

Aunque creo que reseñar este tipo de lugares es triste, pienso que a alguna persona le puede servir el dato, esta funeraria es la única que en lo personal he visto que hagan publicidad para vender estos servicios, hacen tele marketing entre otras cosas.
Por desgracia no todos quisiéramos asistir a lugares como estos, pero cuando es inevitable y suceden este tipo de tragedias tenemos que, y grupo gallosso mantuvo todo el funeral de un familiar de mi novia en orden, el evento bien respetuoso, con las instalaciones necesarias para poder darle el ultimo adiós a un ser querido.
Cuando me hicieron la llamada para prospectarme como cliente, me di cuenta que existen planes para asegurar tener un final ¨feliz¨ es decir no tener que dejarle las deudas o gastos a tus familiares en el momento en el que por desgracia fallezcas, y se me hace algo bien para pensar en las personas que dejamos aquí, dejarlas sin problemas.

La semana pasada visite este lugar que no atrapa para nada por más bello que esté en su interior, porque la razón es que alguien querido ha muerto.
Y en efecto, se murió el papá de un amigo muy querido por nosotros. El tenía contratado un paquete de esta funeraria.
A Don Carlos lo velaron en un salón grande: la sala premier. El ataúd era categoría oro para inhumación. Incluía el embalsamiento, el aseo, vestido y maquillaje. Asesoría en trámites y cafetería estándar. También dentro de este paquete se incluía el traslado a la casa funeraria, panteón o cementerio (área conurbada).
Es increíble todo lo que implica que alguien se muera. Muchos dirán que se lucra con esto, pero ni modo, así es la vida y ellos (los que se dedican a esto) se ganan el sustento honradamente: cobrando por dar sepultura a quien falleció, o siendo más apegados a la realidad: a su familia. Pero bueno, así es la ley de la vida y alguien tiene que hacer el trabajo sucio.
Un paquete así como el que les comenté, tiene un costo de cerca de 80 mil pesos al contado. Hay opciones para que pagues a crédito también.
Que feo tener que pensar en esto, pero ni hablar hay que detenerse un poco y tratar de dejar todo arreglado para cuando Dios nos llame a su presencia.