Diez4

Recuerdo que cuando empezó la revista en el 2010 casi nadie pensaba que iba a cobrar la fama y el reconocimiento que cobro.
La ciudad de Tijuana siempre ha sido de pocas revistas de periodismo (más que nada son de moda y de eventos) y prácticamente estas revistas mostraban más favoritismo para ciertos partidos políticos. La revista en mi opinión llega un poco más neutra sin ser amarilla, ni roja ni azul y eso fue lo que lo destaco ante los demás. La población de la ciudad ya se estaba enfadando de solamente escuchar lo mismo y lo mismo así que se fue con la otra opción y hasta la fecha la revista se sigue leyendo y mucho.
La revista al igual que su página de internet recientemente re imaginaron su imagen y diseño, cosa que a mí me gusto bastante. Le dieron un look más moderno y hasta cierto punto más fácil de leer.

La conocí desde la emisión de su primer número. Una revista gratuita que, en forma de crónica urbana, trataba y retrataba temas de interés juvenil, con un lenguaje jocoso y redacción sarcástica y estimulante. Rápidamente se convirtió en tendencia entre los jóvenes, y regalada en cafeterías, plazas y centros comerciales, prácticamente todos tenían acceso a una.
Su estructura editorial partía de un tema focal (polémico, tratable y que produjera por si mismo una opinión), y un temario circundante. En cuanto al diseño, ilustraciones atrevidas, fotografías picantes y portadas irreverentes le daban color y sabor a los temas, y rápidamente crearon un sector coleccionista de sus impresiones y sus documentos digitales.
Aún recuerdo la edición en que «exponían» el monopolio en que la rectoría de la Universidad Autónoma de Baja California se convirtió. Causó controversia y admiración en partes iguales.
Lamentablemente, la guía de redacción tiene mucho tiempo que se perdió. Ignoro si la administración cambió, o simplemente no se puede mantener una buena idea en los mismos términos, pero la calidad en el contenido bajó drásticamente, con un eventual artículo que despierta interés y resulta en lectura estimulante.
Aún así, el trabajo visual y de ilustración vale la pena, y sus columnas editoriales aún tienen ese sabor pícaro y descarado que antes usaban como bandera.

Hace algunos meses tuve la oportunidad de participar en un taller de periodismo multidisciplinario dirigido por esta revista, en donde pude conocer de cerca la forma en la que trabaja una revista al generar contenidos. Y siendo reconocida por su estilo tan diferente de la región. Después de ello me convertí en fiel seguidor.
Evolucionando poco a poco se ha convertido en una revista de crónica narrativa, donde aborda temas completamente fuera de los clichés y manejando una visión muy inteligente del urbanismo al que todos estamos inmersos.
Lo que me encanta de la revista además de su contenido escrito, es el estilo del arte. Creando imágenes con aires surrealistas y caricaturescos.
Uno de sus fundadores, Marco Tulio Castro, es posiblemente una de las personas más sarcástica, extraña e intelectual que he conocido en mi vida. Y que puede abordar un tema tan ordinario de una manera interesante.
Esta revista es muy recomendable para personas que buscan contenidos inteligentes con una narrativa interesante.