Cuando uno no se da el tiempo de cortarse el cabello uno siempre busca el mejor lugar para hacerlo, en mi caso muchas veces cuando voy transitando y veo una estética con precios accesibles me detengo para hacerme un corte, esto, sin antes preguntar si puedo lavarme la cabeza después del corte, porque pretendo seguir en mis asuntos. En este local si pudieron facilitarme ese servicio, después de cortarme el cabello me sentaron en una silla bastante cómoda con la cabeza inclinada hacia atrás y me retiraron todo el exceso de cabello que es molesto cuando uno se va a casa todo sucio. Quedé totalmente satisfecho, el trato de las estilistas fue muy cordial y muy amable, no sé si pueda regresar el siguiente mes porque justo en ese momento no sé donde me encuentre, quizá descubriendo otra nueva estética. Pero si, con mucho gusto regresaría y no solo una sola vez.