Tortas Meche

Awww, las tortas Meches. Yo les tengo amor y cariño, cuando me quedé como una semana sin chamba en Puebla y estuve a dos de irme de la ciudad pa seguir vagando, comía mucho en las tortas Meche y la Meche me trataba con amor y como a su hijo chiquito. Siempre me daba hasta palmaditas en la cabeza y me decía que pronto me saldría una chamba, que no me fuera. No saben todo lo que no me fió. Como harto y estas tortas son bien ricas, no era difícil que me quisiera comer siempre mínimo dos.
Ahora ya no voy tanto, pero siempre que puedo paso a darle un beso en sus cachetotes y a recordarle que sigo vivo.

El lugar menos explorado del Zócalo de la ciudad de Puebla es el portal que se localiza justo sobre la 16 de septiembre entre Reforma y la 3 Poniente. Los locales lucen con poca gente y la sombra pega de lleno de ese lado. Suena a defecto, pero justo por ello es una gran oportunidad, pues la gente en bola no llega a ese lado. Ya con este clima de tranquilidad, nos concentramos en un buen desayuno y entramos a Meche que es un pequeño restaurante al final de ese portal. Los desayunos de Meche son baratos y suficiente. La atención es muy rápida y las mesitas de afuera te ofrecen una excelente vista al frente de la Catedral, por lo que es un paquete muy completo y muy atractivo. Si quieres una razón más, esa es que en ese lugar casi no llegan los pedigüeños, los vendedores ni los músicos emergentes y puedes comer tranquilo y en paz.

Ya lo he dicho en anteriores reseñas (y lo seguiré diciendo), soy todo un fanático de las cemitas y claro que también de las tortas y creo que uno de los mejores lugares para comer que puede albergar el portal Juárez es sin duda, Tortas Meche, además la vista que da hacia la catedral le da un plus.
Cuando andes con hambre debes de venir aquí. Puedes optar por sentarte adentro o afuera, en las mesas con sombrilla. Podrás ver su menú y elegir entre los platillos que brindan y que no solo se limitan a tortas y/​o cemitas, aunque yo en lo personal te recomendaría iniciar con una torta de chipotle rellena con pollo, la tradicional de milanesa o bien, con el famosísimo Consomeche, es una auténtica delicia. Ya si lo prefieres, para beber puedes ordenar algo de la licorería.
El lugar se presta tanto como para venir a desayunar, comer o cenar, lo único malo es que se tardan un poco en servir las ordenes. Por cierto, tienen red wifi.

Comer en el Centro Histórico siempre es un placer para mí, no solo porque me permite disfrutar de la belleza de mi ciudad sino porque siempre hay una gran variedad de tipos y sabores de comida así que siempre puedes complacer el antojo.
Y una de esas opciones cuando quieres comer algo nada formal ni de poses, comer una torta (bolillo con una forma especial relleno) o cemita siempre es una excelente opción, sabores hay muchos desde la tradicional de milanesa o pollo hasta las especiales: cuban (milanesa, pierna, jamón, quesillo y queso amarillo) o la ranchera (bistec, huevo estrellado, jamón, queso manchego y lechuga).
Para mí la mejor es la de chipotle relleno de pollo almendrado y combinado con su tradicional cansomeche (pollo, rajas poblanas, queso manchego y papas) es mi combinación perfecta.
Y bueno si comer tortas no se les antoja los chilaquiles verdes con pollo son una delicia porque son muy abundantes y funcionan para el desayuno o la comida.
Su carta además tiene antojitos (tostadas, chalupas, molletes, etc.) y ofrecen también comidas corridas.