Fuente de los Muñecos

¿A quién no le gustan las leyendas? Al menos para mí siempre han sido uno de mis alimentos predilectos desde que apenas era un infante, Y si algo tiene Puebla, es que está rodeada de muchísimas de ellas y lo mejor es que muchas de éstas, van acompañadas de construcciones históricas.
Si se anda de turista por la ciudad, es casi una parada obligada que se visite la Fuente de Los Muñecos. Casi no se habla de ella cuando alguien se refiere a monumentos dónde darse una vuelta, sobre todo porque no está en la zona más céntrica de la ciudad, pero habrá que decir que tiene una historia bastante peculiar.
La fuente fue erigida en memoria de dos hermanos muy unidos, niña y niño de al rededor de 6 y 7 años, hijos de un caballerango que trabajaba para, en ese entonces presidente de Puebla, Máximo Ávila Camacho. La historia dice que en un día lluvioso, los niños salieron para ir a la escuela, pero lamentablemente ya no regresaron. Nunca los encontraron a pesar de las movilizaciones por parte de los colonos de Xonaca y se pensó que los niños perecieron ahogados en alguno de los pozos del rancho del presidente, quien en su memoria, mando a la creación de esta fuente.
Lo interesante de ésto, es que se cree que por las noches, los niños cobran vida y que si uno pasa por el lugar ya entrada la madrugada, puede escuchar las risas de los niños.