Cuando estoy de vacaciones en la costa norte de Yucatán, una de mis vistas casi obligadas es esta tienda de importaciones, por un par de motivos. El primero, por nostalgia y por costumbre. Es decir, lo hacía con mi familia cuando era niño y lo sigo haciendo ahora, porque el puro hecho de visitarla me recuerda esos tiempos. Por aquel entonces muchos productos que ahora son comunes en cualquier tienda de la esquina eran sólo conseguibles en negocios como éste. El segundo motivo es que, aunque algunas cosas como las papas Pringles y los quesitos Tip Top ya no son extraordinarias, otras sí lo siguen siendo. En esta tienda pueden comprarse botanas, galletas, dulces y cereales que no se venden en México sino como importaciones. Estar en la playa comiendo alguna de estas chucherías me sabe a vacaciones. Pero además en la tiendita venden juguetes, como pelotas y sets de playa, y juegos de mesa(incluso tarjetas coleccionables) de ésos que se antojan cuando uno va a pasar una semana o dos echando la flojera en la playa. En fin, es un lugar al que procuro ir cada vez.