Templo San Juan de Dios

Situado en una de las plazas más emblemáticas de la Ciudad (Santa Vera Cruz), aunque paradójicamente, de las más olvidadas, este templo es de los pocos que sirvió como centro hospitalario durante la Colonia. De rica influencia barroca, su belleza exterior no se ha visto afectada por el claro hundimiento que sufre; una vez adentro el contraste es claro, pues el neoclásico se hace presente en el altar mayor, ofreciendo una imagen mucho más sobria. Yo bien creo que el templo vale una visita y no sólo como plato de segunda mesa del museo Franz Mayer, que se encuentra a su costado. Además, como dato cultural, esta plaza es, desde mi perspectiva, de los contados sitios del Centro Histórico que sigue guardando ese no sé qué que qué sé yo que más que historia, se vuelve nostalgia.

Cuando conocí está iglesia sólo fue de paso, estaba en una sesión fotográfica nocturna y ese fue uno de los puntos a visitar.
Posteriormente volví a pasar, ya con la intención de conocerlo por dentro. Tiene terminados simples y algunos «murales» en lo bajo de la cúpula, las cuales me gustan mucho.
No mucha gente entra a este templo, me gusta ir a relajarme un poco, tranquilizarme y disfrutar un momento en la casa de Dios.
La fachada tengo entendido es de estilo barroco, está muy adornada y es bellisima, me gusta mucho.