Tamales y Chilaquiles en camión blanco

Entre las calles de Polanco, a unas cuadras del parque Lincoln, mi esposa me ha invitado a desayunar un par de veces a este lugar que, en primera, ni siquiera es un lugar. Y es que, a ras de calle, en una esquina, se estaciona un pequeño camión color blanco, en cuyo interior un equipo de personas prepara chilaquiles con huevo y/​o pollo, tortas diversas, mientras que en el exterior un individuo entrega los pedidos y despacha tamales, tortas de tamal, café de olla; desde las siete de la mañana. De modo que es un lugar intermitente.
El sujeto y su equipo son bastante eficientes y atentos, sin embargo a veces se acumula la gente y el pedido o el turno para pedir pueden tardar unos minutos. Los chilaquiles están muy ricos, servidos generosamente, acompañados con un bolillo; y el café de olla también muy bueno. Excelente opción para desayunar sabroso en Polanco sin desfalcarnos: con ochenta pesos, cuando mucho, quedamos satisfechos los dos.