El servicio a domicilio fue bastante rápido en esta ocasión; llegó mi orden completa y bien empaquetada. Sin embargo el ramen no fue nada espectacular, y el plato es bastante pequeño considerando que cuesta casi $ 90. Me pareció un platillo sin chiste contrario a otros platos de la cadena que son más ricos. Pero el acento en esta visita quisiera ponerlo en el hecho de que el repartidor que me tocó decidió auto-cobrarse su propina a mi tarjeta de crédito. Él decidió cuánto y cómo la iba a cobrar sin siquiera cuestionarme; así que revisen bien el monto de su ticket contra lo que les están cobrando para que los repartidores dejen de pensar que pueden seguir estafando así a la gente.