Río de la Plata

Rio de la Plata is one of the original dive bars in this area of the centro (which is now filled with cheap beer joints). Their popularity and success has led to them opening 2 other bars around the corner. One of them «El Otro Rio» is the size of a club and has a stage with live music.
The beer here has gone up a little in price and it’s hard to get seating, but the whole zone is full of dive bars (many cheaper than Rio) so this place is a great first stop on a night of pub crawling. Be advised that the neighborhood is a little rough at night.

Una opción más para ir a echar el trago con los cuates es la cantina Río de la Plata, una cantina muy pequeña, muy económica y muy divertida para ir acompañado.
La cantina está en la calle de Cuba, se encuentra en otra zona del centro en la que también hay diferentes lugares para irse de reventón por la noche. En lo personal, la cantina es tranquila, aunque yo sí haría un par de modificaciones para hacerla aún mejor de lo que ya es. Por ejemplo: aunque el lugar es poco reducido, hay espacio para pasar sin ningún problema, más bien sería cuestión de organizar el espacio perdido para aprovecharlo al máximo. Otra cosa que quizá pudiera modificar la cantina son los sanitarios, sabemos que al momento de tomar mucha cerveza, la gente tiene necesidades y que mejor que estar en un lugar en el que te sientas tranquilo. De ahí en fuera, la cantina promete rato de diversión y de buena música, además de que varían y eso es lo que hace falta en muchos lados para hacerlos mejores.

Cuando era universitario –y todavía de vez en cuando-​, uno de mis lugares preferidos para visitar era el Centro. Con amigos o con una ex novia visitábamos museos, restaurantes o fondas, pero había un lugar que nunca podía faltar: la cantina Río de la Plata. La razón: el ambiente bohemio de una cantina clásica, como de película de Cantinflas, además de lo barato de los tragos.
Ubicada en Cuba 39, esquina con Allende, a una cuadra de la Asamblea Legislativa, esta cantina ofrece las bebidas clásicas: cervezas, brandy, tequila y otras. Siempre que voy ahí, por supuesto me echo unas cervezas a precio módicos. Recuerdo que la vez más reciente que fui, todavía estaban a menos de 20 pesos cada una.
El servicio es rápido y efectivo cuando no hay gente, es decir, entre semana. Sin embargo, los sábados y domingos desde la tarde hay muchos clientes, razón por la que el servicio es lento. La razón de ello es que por lo regular sólo hay cuatro meseros para la planta baja y el primer piso.
Lo recomendable siempre es ir con tiempo, para echarse una platicadita con los acompañantes y escuchar la buena música que se pone, de todos los géneros.

Una cantina que marca tu vida, literal, por lo menos a mi me pasó, pues más de una vez he visitado este lugar y los momentos que he vivido ahí son para recordarse. En el corazón de la Ciudad se encuentra esta peculiar cantina y es que en todos los aspectos es realmente épica pues las cervezas son muy baratas, a comparación de otros lugares, y aunque seguramente a muchas personas les desagrada por el reducido espacio, una vez adentro, todo se te olvida y más cuando la fiesta se arma en grande y todos bailan con todos. Les recomiendo que después de varios tragos o cervezas, es obligatorio que comas una torta de la casa, pues aunque no son enormes, son realmente deliciosas y será un buen aliviane.

La cantina que todo buen universitario del Distrito Federal, que se aprecie de serlo, visitó al menos alguna vez.
Es barato (ya no cuesta $ 11, pero algo es algo) con cervezas desde $ 16 y promociones de 2×1 en el copeo.
Pese a ser una cantina que existe desde principios del siglo pasado, se mantiene vigente entre los jóvenes veinteañeros que cada fin de semana atiborran ambos pisos del lugar, aunque de vez en cuando se pueden encontrar a algunos parroquianos parados en la barra, que parece envejecieron junto a los muros del edificio de la esquina de Cuba y Allende.
Hay rocola, pero como un mantra, casi siempre aparecerá alguna canción de banda que los asistentes cantarán a todo pulmón, seguida de algo de Los Fabulosos Cadillacs, Caifanes y Nirvana.
Para comer algunos recomiendan sus tradicionales tortas, yo recomendaría mejor espera a que al rededor de las 7 pm empiecen a repartir los platos de palomitas gratuitos.
El mejor sitio si vas con tu pareja es en la barra.

Si de cantinas milenarias hablamos, si de ambientes varios en un mismo lugar y de espacio reducido pero acogedor, tenemos que referirnos a Río de la Plata. No hay más. Ubicada a escasos metros de la Asamblea Legislativa del DF, haciendo esquina con Cuba, la Río es de los mejores lugares para degustar un buen trago.
En un espacio pequeño, atendido por meseros que, si bien de repente tardan más en traerte lo que pides que en cobrártelo, siempre están a tu disposición para lo que requieras. Y cuando digo para lo requieras, es literal, hasta para sacarte fotos con tus amigos o conocidos o, por qué no, algún desconocido que se encuentre por ahí.
Cuento con una planta baja y un nivel. Abajo, está la barra, lugar en el cual puedes quedarte si vas solo o con prisa, y la parte de arriba que hace las veces de bohemia, cumbianchera y ranchera. Si vas temprano encuentras un ambiente tranquilo pero por la noche se transforma en uno de los mejores sitios para echarte unos tragos o cervezas, todos ellos a precios bastante accesibles.

Parece que fue ayer cuando nos encantaba andar de aquí para allá caminando sin destino por el centro. Algunas veces nos encontrábamos con alguien que quería leernos los caracoles, otras con un gatito que nos seguía desde Allende, pero sin saberlo, cada vez llegábamos a la misma esquina en República de Cuba y Allende, justo al número 39.
Definitivamente «El Río de la Plata» jamás pasará de moda si gustas de «echar la chela» escuchando de buena música.
Pero si me dices que lo tuyo es bailar, siempre puedes subir sólo unos cuantos escalones y encontrarte cómodamente en una mesa junto a la pequeña pista de baile que «El Río de la plata» tiene disponible para que saques tus mejores pasos mientras disfrutas de esas bolas de cerveza de barril, que en ningún otro lado disfrutarás igual.