Recuerdo que cuando era pequeña me sentía como delincuente cuando compraba mi cerveza de raíz. Y es que al escuchar cerveza uno se imagina alcohol o algo así. Para mi tranquilidad– y seguramente la de mis padres– la cerveza de raíz era un refresquito que me gustaba comprar en el Local 20 del mercado de Jacarandas. Aquí venden raspados, eskimos y sodas a las que ellos mismos le ponen burbujas-no sé como se llama dicho proceso-. Este local tiene años y aunque muchos de los negocios han cambiado a través de los años, este sigue en pie vendiendo el eskimo de vainilla más rico que he probado en la vida