Radio UNAM

Haber trabajado en esta radiodifusora me reiteró el GRAN AMOR que siento por la Producción Radiofónica, incluso, fue la primera vez que tuve contacto con una cabina radiofónica, además de ver, escuchar y trabajar con locutores, en ese momento para mí era lo MÁXIMO, porque ¡ME EMBELESABA! al escucharlos.
Y es que la emoción de abrir un micrófono, un talk back, «dar indicaciones» a los locutores –porque más bien fue aprender ese arte de llevar la batuta de un programa al aire– aprender a escribir guiones, ser asistente de Producción, haber trabajado con personas igual de loquitas y amantes de La Radio, fue un PRIVILEGIO, eso representa para mí «trabajar» en algo que no nada más disfrutas hacer, sino que encima de todo, hasta te pagan.
Aunque me dí cuenta de ese enamoramiento y fascinación hacia la Radio desde que era niña, al tomar sin permiso la grabadora de mi hermana y dedicarme a «entrevistar» a todos los que pasaron por mi camino, ¡jejeje! más el hecho de escuchar las anécdotas que me contaba mi abuelita (QDEP) respecto de las radionovelas, o me contaba que el aparato radiofónico era el centro que reunía a las familias (antes de que la TV la «desbancara»); todo ello despertó mi interés y comunión por este medio de difusión, que aunque la leyenda urbana cuente que está a nada de desaparecer, por la existencia de las radio on-​line, eso es una falacia, dado que seguimos habiendo quienes aún sentimos fascinación por el «simple» hecho de apretar el botoncito de «on» (prendido).
En Radio UNAM me tocó conocer a grandes locutores como son Juan Stack, Margarita Castillo, Esteban Escárcega y Guillermo Henry; también aprendí la importancia del trabajo en equipo, la edición de audio (todavía tuve el honor de conocerla) con carrete abierto y tiza, a usar los acetatos y las librerías de audio, UFFFFFFFFFF, cuántos recuerdos llegaron a mi mente.
Aunque la estructura y la fachada de Radio UNAM ya están muy cambiadas de lo que me tocó vivir de 1996 a 1998, la programación hablada y musical no pierde su estilo, conserva el sello cultural y universitario, la cual da a conocer todas los eventos que se llevan a cabo en la UNAM, así como es un espacio que apoya todas las actividades artísticas de la «Máxima Casa de Estudios», ya que es una Radio universitaria que se ha mantenido desde 1937, año de sus primeras transmisiones.

Tenía que ser de la UNAM. Y aunque no soy mucho de escuchar la radio lo que me satisface de esta emisora es su trabajo en difusión cultural por medio de su cartelera teatral, abierta al público general.
Mi hija y su padre se han dado vuelo yendo en repetidas ocasiones a la sala Julián Carrillo para atrapar las puestas en escena que ofrecen todos los miércoles a las 20 horas. Teniéndola cerca de mi casa, es una puerta de acceso al teatro por la que, comúnmente, tendrías que pagar una buena lana.
Las instalaciones están más que renovadas, pero lo que lamento es que hayan cerrado al público la cafetería que daba a Xola, pues era muy agradable estar en la terraza al pie de ese jardincito.
En Radio UNAM encontrarás cursos, campañas radiofónicas y talleres de diferentes temas. Aprovecha la cartelera teatral, pues la de los miércoles es gratuita y en otros casos hay sólo cuota de recuperación.

A mi consideración, esta es una de las emisoras culturales imprescindibles en la radio mexicana.
Tras la rehabilitación de las instalaciones de Radio UNAM, hace ya algunos años, la emisora tomó nuevos aires y ha recuperado su espacio como uno de los principales órganos de difusión de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Si van de visita por Radio UNAM, les recomiendo asistir a la Sala Julián Carrillo, espacio en donde se realizan ciclos de cine dedicado a autores y directores como Ingmar Bergman o a Festivales como el de Cine Gay.
La programación de esta radiodifusora se transmite por el 96.1 de FM y el 860 de AM. Entre los programas que recomiendo se encuentra Domingo Seis, que conduce Tomás Mojarro.
Sería muy bueno que Radio UNAM aprovechara su frecuencia en FM para incluir más programación hablada, pues casi todo lo que se puede escuchar en esta parrilla son espacios musicales, mientras que los programas hablados y de contenido analítico, son destinados al AM.

Debo decir que mi sueño dorado es poder trabajar en radio, y es por esto que me encanta pasar por Xola e imaginarme trabajando en Radio UNAM. Esta radiodifusora inaugurada en 1937, transmite por el 860 de AM y el 96.1 de FM a todas horas.
En lo personal, creo que hace falta refrescar un poco la programación de la estación, pero lo que me encanta de este lugar, es que constantemente hay ciclos de cine dentro de ella, especialmente en la Sala Julián Carrillo. Basta con consultar la página de Radio UNAM, para poder entrar y aunque sea empaparse un poco de las ondas Hertzianas manadas de la enorme antena ubicada en Adolfo Prieto.

Desde antes de entrar a la carrera, tuve la oportunidad de asistir a una que otra sesión de radio y es una de las cosas que más me determinado de mi vida profesional. Radio UNAM, es una belleza, sus instalaciones, son de lo mejor y su programación es, para mi gusto, la mejor que hay de entre todas las radiodifusoras mexicanas.
Tienen una gran cantidad de contenido cultural sin llegar a ser aburridos y además, pasan muy buena música clásica y algunas entrevistas excelentes con personajes muy reconocidos de la vida pública mexicana e internacional.