Este lugar es una excelente revelación en una zona en la que no hay este tipo de propuestas. El lugar es cómodo si quieres ir a trabajar un rato con un buen café. También es cómodo si quieres ir a comer una chapata para salir de la rutina de la comida corrida de oficinista. Ahora, el sabor, que es lo que importa. No he probado la comida salada, actualizaré mi reseña cuando lo haga. Los panes dulces son muy, muy ricos. Si buscan el sabor de panadería fina, creo que estos serán de los mejores. Sin duda están en el top 5 que he probado. El chocolatín es muy bueno y también el pay de manzana. El café también es de un nivel aceptable. Los precios son adecuados. Un poco más elevados que un pan tradicional pero el sabor lo vale.