Museo de Ripley

En muchas ciudades del mundo tienen un Museo de Ripley, el distrito Federal no debía ser la excepción, espero que en cada ciudad cambien la exposición. Nos muestran artículos originales y réplicas de los objetos que el señor Ripley acumulo durante todos sus viajes alrededor del mundo.
Algunos parecerían serios ser sacados de la mente de algún desquiciado pero todo lo que nos muestra el Museo es real, singularidades de la naturaleza o caprichos de personas tan «normales» como uno. Lo seguro es que creerás estar alucinando en algunas salas, al único al que hay que culpar es a Robert Ripley.
Es muy familiar y didáctico el Museo y te dará temas de conversación por un buen tiempo, incluso puede que a más de uno le entre el espíritu aventurero y quiera irse por ahí a encontrar rarezas y donarlas a este museo o crear uno propio. Gracias Señor Ripley

Robert Ripley es uno de los personajes más conocidos por su gusto por lo desconocido, lo absurdo y lo raro. Así pues, en la calle de Londres encontrarás un castillo Medieval que resalta entre la demás arquitectura para darle paso a este museo que está junto al Museo de Cera y que ya desde que lo ves, quieres entrar.
El contenido de sus 14 salas no te decepcionará, pues hay datos muy curiosos, fotos grotescas, el récord de todo y vestigios de todo lo que nuestro personaje encontró alrededor del mundo, en circos, en pueblos alejados o en las ciudades más grandes para dar paso a los mayores misterios.
En la actualidad, su trabajo sigue dando frutos, puesto que siempre hay alguien que quiere entrar en los libros de Ripley o estar en sus museos como parte de su amplia colección para quienes nos gusta el morbo y reírnos un poco de la vida misma.
Tu experiencia en este lugar será muy gratificante y querrás tomarte fotos con todos los objetos y personas extrañas que se detallan aquí. Trae a tu familia, será sumamente divertido y tendrás mucho que platicar.

Atrévete a entrar al túnel giratorio. En el primer momento te dejará con esa sensación de ¡wow! Es posible que exista este mundo extravagante, casos extraños. Que Repley el creador de este lugar estilo medieval. Te incita a comprar el boleto para adentrarte a un mundo inverosímil. Inquietante, poco común que aún así coleccionó alrededor del mundo para compartirlo con nuestro convencionalismo.
Darte un paseo por este museo te dejará con los ojos bien abiertos y la boca también. Mire a varios pequeños sorprenderse y asustarse de lo que veían.
La sala con trajes de astronautas fue mi favorita. Me encantan los temas que hablan del espacio, de las estrellas, lo que hay en aquella atmósfera que ha sido descubierta por países como Estados Unidos y Rusia y ese fervor por quién fue el primero en pisar la Luna.
Es un sitio donde permite imaginar tanto mientras recorres sus pasillos, sus salas con determinada temática. Me gusta porque nos permite echar a volar la imaginación y saber que todo lo que se proponga el hombre es capaz de realizar.
Tomate las fotos que quieras te lo permiten. Puede ser en la silla gigante. O con el hombre más alto del mundo.

Este es uno de los museos favoritos para mí. Aquí es garantía de sorpresa. Es un enorme edifico medieval donde hay doce salas de exhibición.
Es una experiencia única y es también la mejor alternativa que tienen los padres para que sus hijos vengan y se maravillen. Claro, también es una opción para los adultos. Es una maravilla venir aquí.
Todo te sorprenderá, verás de todo, hay de todo un todo. Es decir, ¿crees que existe el hombre más altos el mundo? Pues sí.
¿Has visto al hombre que se le salen los ojos. Aquí lo verás.
Al hombre más gordo, a la mujer más flaca.
Es un sorprendente viaje hacia el lado de lo desconocido de las personas. Y es que está exposición, claro está, muestra a las personas que han logrado hacer en esta vida y en su debido tiempo.

Una de las mejores experiencias que he vivido en cuanto a museos se refiere.
Aquí puedes encontrar hasta lo que nunca te hubieras imaginado, y es una garantía de que al menos habrá algo que te sorprenderá.
En este museo puedes encontrar desde la figura del hombre más alto del mundo, hasta el más gordo.
La construcción de de este museo es una réplica de un Castillo Medieval y cuenta con 14 salas de exhibición que muestran la increíble colección que Robert L. Ripley. En este museo se pueden encontrar objetos muy extraños por lo que es una visita llena de emociones en su largo recorrido.
Sin duda en este museo nadie podría aburrirse, y lo recomiendo mucho para todos los niños.

Visitar este museo es toda una experiencia, aquí encontrarás un universo de rarezas que, lo mismo te pueden resultar divertidas, como también sorprendentes, así como el edificio mismo en el que se ubica esta atracción, que es una réplica de un castillo medieval que ya es un icono de este barrio tan concurrido.
Al cruzar la entrada principal se observa una gigantesca llave de agua, y una réplica de la mujer más gorda del mundo, quien da la bienvenida a todos los visitantes de este popular recinto que puede ser visitado por gente de todas las edades.
Al recorrer sus 12 salas de exhibición encontrarás objetos extraños coleccionados por Robert L. Ripley durante sus andanzas por diversos puntos del planeta, como una réplica de la Última Cena creada en papel maché, una gigante llanta de tractor, la réplica del rostro del hombre con la nariz más grande del mundo, el hombre más pequeño del planeta, entre otras cosas.
Visitar este museo te puede llevar poco más de un par de horas. Una de las cosas que más me gustó durante mi visita a este reciento fue el llamado túnel giratorio, que no es más que un pasillo que por dentro tiene un cilindro que gira e iluminado al mismo tiempo con una luz néón. La sensación de estar ahí dentro es inigualable y demasiado divertida.
Entre otras cosas, si eres una persona demasiado curiosa, caerás en la trampa y llevarás tremendo susto con algunos de los objetos que pueden ser tocados por los visitantes. Sólo atrévete y pasa un rato agradable con quien tu quieras.
Es importante tener mucha paciencia, pues los fines de semana el Museo de Ripley se encuentra lleno de visitantes, por lo que el tránsito por las salas puede ser demasiado lento.