Monumento a Álvaro Obregón

El 17 de julio de 1928 fue asesinado el entonces presidente Álvaro Obregón en el restaurante «La Bombilla», y para conmemorar al ex mandatario, en 1935 se creó un monumento en su nombre en 1935.
Durante una elegante comida e el restaurante, el presidente fue victimizado por José León Toral, siendo su cómplice la Madre Conchita, con lo cual se cree que murió víctima de un complot de la iglesia católica para evitar que nuevamente llegará al poder y así separara por completo al Estado y la Iglesia (aunque después lo haría Plutarco Elías Calles).
León Toral se hizo pasar por dibujante, por lo que dentro del establecimiento realizo varios retratos a algunos diputados, y cuando llegó al presidente, sacó el arma y disparo, cayendo muerto al instante.
El mausoleo es una especie de torre hueca estilo Art Decó realizada por Enrique Aragón Echegaray, con una escalinata custodiada por dos enormes figuradas de piedra creadas por Ignacio Asúnsolo. Hace algunos años, dentro del inmueble se encontraba la mano que Obregón perdió el 2 de junio de 1915 al enfrentar a las tropas de Villa en Santa Ana del Conde, Guanajuato.
Desde 1989, la mano no se encuentra en el recinto, ya que los descendientes del caudillo decidieron incinerar sus restos, entre ellos, la famosa mano.

Para muchos tal vez no tenga chiste visitar este lugar, ya que puede parecer aburrido a simple vista, pero si te avientas un clavado en sus relieves podrás apreciar los ideales de la Revolución.
Cada cara representa una parte de la lucha y de los anhelos que se tenias para México y si bien no todos somos grandes conocedores, no son conceptos que no puedan deducirse a simple vista.
Dedicado a Álvaro Obregón este monumento (aparte de ser harto fotográfico) es digno de visitarse y hacer un recuento de nuestro país.

Adoptando el realismo socialista, este Monumento, junto con el Monumento a la Revolución, son un testimonio importante de los ideales estéticos derivados de la Revolución de 1910.
En el interior del Monumento se encuentra una replica del brazo amputado de Álvaro Obregón, cosa que amplifica la importancia del recinto, que se encuentra en medio del Parque de la Bombilla

Seguramente muchos han visto la mole de concreto que se encuentra en medio del emblemático parque de La Bombilla, sí ese que se encuentra junto a la estación de metrobús del mismo nombre. Pues se trata del Monumento a Álvaro Obregón.
Por fuera puede que no llame mucho la atención pues se encuentra bastante descuidado, sin embargo, su interior es de una belleza tan sobria y elegante, que sorprende a cualquiera. Inaugurado en 1935, es digno representante del Art Decó mexicano, por lo que cualquier amante de esta corriente arquitectónica quedará satisfecho con la visita.
Además, les paso un tip: el vigilante da chance de ir al techo del monumento, sólo hay que pedírselo y darle la propina correspondiente. La subida puede ser tortuosa para un claustrofóbico ya que las escaleras son oscurísimas y super angostas, con todo, la vista que se obtiene desde arriba es inigualable. ¡De lo mejor que encontrarán en el sur de la ciudad!