Este mercado es, tal vez, el más grande de la delegación. Aquí puede encontrarse de todo, a muy buen precio, de excelente calidad y, además, con una variedad impresionante, es decir, uno siempre tendrá la oportunidad de decidir con quién comprar qué cosa. Además de contar con ene cantidad de puestos de verdura, fruta, carne, pollo, pescado, regalos, boneterías, etcétera, también cuenta con muy buenos lugares para comer y que, por cierto, no es difícil encontrar atascados. Mis lugares preferidos son Los Comales, en donde la carne es de primera calidad y, además, la preparan enfrente de ti; y Los Jarochos, donde la especialidad son los mariscos. Uno pensaría dos veces antes de comer en un lugar así cualquier cosa que venga del mar, pero la verdad es que aquí no se corre ningún riesgo, al menos yo nunca he sabido de alguien que caiga enfermo, y eso ya es ganancia. En ambos casos los precios son justos y equivalentes al sabor y porción de los platillos.