Mazapanes Toledo

Soy fan-​fan-​fan de los mazapanes. En realidad todos los dulces mexicanos merecen mi respeto pero los mazapanes son una delicia, una exquisites, suaves y ricos. En especial, los mazapanes Toledo tienen esa textura propia de un buen mazapan, se deshace dentro de la boca y por fuera si muy fuerte lo tocas. Mi favorito es el que inlcuye los trocitos de cacahuate o la almendra que sobrevive para perecer finalmente destruída en nuestra boca y enterrada en nuestro estómago, aunque después es otro el final…
Algunas galletas, comparten esa característica que me encanta, de suavidad, las boronitas se vuelven pequeñas pero ‘grandemente’ ricas. Altamente recomendable este lugar.

Mazapanes Toledo es uno de esos negocios que parecieran eternos dentro del Centro Histórico de la Ciudad de México.
Con más de seis décadas de tradición, esta es una de las tiendas que, por excelencia, ofrece a sus clientes un amplio surtido en mazapanes, galletas, turrones, trufas de chocolate, y otro tipo de delicias que tienes que probar desde ya, si aún no lo haces.
Me encanta venir a Mazapanes Toledo y probar los enjambres de almendra y, por supuesto, los mazapanes que son elaborados de forma tradicional, lo cual se aprecia en su sabor.
Esta sucursal, ubicada en República de Uruguay, es una de las más surtidas. Te pudo decir que en este negocio, simplemente vale la pena lo que pagas por los productos que adquieres.

Apenas tocan tus labios y te das cuenta de una relación de amor-​odio que existe entre tú y estos mazapanes. Son los tradicionales Toledo. Cada trozo es un deleite al paladar y por eso son tan cotizados. Al probarlos no quieres que se acabe y a la vez no puedes dejar de saborear. Claro, lo ideal no es comer muchos ya que tu bolsillo podría resentirlo. Te venden por gramos, kilos y piezas la cantidad deseada. Si quisieras obsequiar a alguien una bolsita con mazapanes seguro quedará encantada.
Por más de 60 años han elaborado estos turrones y ahora también pasteles, polvorones, trufas de chocolate y enjambres de almendra con una técnica muy especial, utilizan los mejores ingredientes y todo bajo un proceso a mano. Compra unos cuantos y sabrás lo que es bueno e irresistible.

Extraña tradición esta de comer turrones y mazapanes en Navidad. Aún no entiendo que salió mal y porque no me gustan, cuando a mi familia le encantan. Fue por culpa de ellos que conocí la galería del mazapán y turrón. No es una galería, ni museo, pero es una pequeña tienda donde se fabrican diferentes especialidades de este postre español que a los mexicanos les fascina. Uno pide un turrón y te ofrecen jijona, Alicante, Yema y Cádiz. Bueno, muy complicado, mejor pides un mazapán y la misma historia: Alicante, Yema, Jijona y Cadiz. No es queja ni desprecio, es una envidia lo que siempre me ha invadido, porque parece tan sencillo llevar a casa en Navidad el regalo perfecto: turrones y mazapanes. La envidia aparece cuando veo las cajas rojas, azules y amarillas, con distintas mezclas y nombres que circulan por la casa o en la sobremesa de nochebuena, entonces no sé qué los hace tan felices y agradecidos por el detalle. No sé porque me da tanta envidia la gente que entra a este pequeño local y encuentra todo lo que busca.

60 años de vida tiene esta confitería en la Calle de Uruguay en el Centro Histórico. Si quieres saber por qué, prueba una galleta de almendra de Mazapanes Toledo o para no irnos más lejos, un mazapán.
Los dulces son casi tan ricos como la vista que te ofrecen sus aparadores abarrotados de chocolates, dulces mexicanos y variedad de figurillas hechas de mazapán. Al pasar la puerta de una fachada descuidada y discreta te encuentras con la misma escena que alguien que compró un turrón el día de la inauguración del lugar. Simplemente el tiempo no ha pasado ni por el despachador, que parece sacado de una fotografía vieja.
Es emocionante encontrar lugares que aún conserven la deliciosa tradición de un buen dulce mexicano de almendra y leche.