La Tlayudería

Fui a este lugar tras ver las reseñas de Unilocal y la verdad que quede desencantado… si pudiera darle dos estrellas y media lo haria pero no se puede
La espera por dos tlayudas fue excesiva, la tlayuda estaba crujiente en sus bordes pero chiclosa en todo lo demas (como tiesa de vieja), Las salsas estan super insipidas y sin personalidad, La carne no es la gran cosa y en fin que yo esperaba demasiado y no me cumplió ni en sabor ni en precios ya que cuesta como 90 pesos la tlayuda con tasajo o cecina

Un rinconcito muy acogedor en la roma donde los principales protagonistas son la comida oaxaqueña, como oriundo de esa hermosa ciudad siempre busco opciones en el DF para no añorar la comida de mi tierra, en resumen el sazón bien, el tamaño si fue algo que me sorprendió, unas tlayudas muy pequeñas :(casi en calidad de blandas, preparadas eso si con la receta original aciento y frijoles, las variedades son las clásicas con tasajo, chorizo, cecina, quesillo y hay una con chapulines, el precio debido al tamaño y características del lugar lo considero ligeramente elevado.

Este lugar atendido personalmente por su dueño Don Carlos, no te decepcionará. Empezando por las salsas y por el esmero en la preparación de las tlayudas. Las materias primas son «all the way from» Oaxaca.

Tlayudas are Oaxacan snacks made of tortilla covered with various fillings.
I ordered the tlayuda con chapulines (grasshopper) and tlayuda sencila (with cheese and beans).
The tlayudas by default come with a layer of pork. So if you are like me and don’t eat pork, make sure you point that out up-​front.

Conozco este lugar desde que empezó. Es la materialización de los sueños de jubilación de un matrimonio de maestros. Y les pego. Y como no, si las tlayudas son buenísimas, con su base, sus frijoles y el complemento que quieras; todo traído de Oaxaca.
Mis preferidas son la de chorizo de pollo pues no suelta nada de grasa y la de tasajo.
Tienen un buen mezcal, sal de gusano y ayer probé una salsa tipo macha con chapulines picosona, pero buena.
El lugar es modesto, pero no te vayas con la finta, cada vez tiene mas gente hasta el epítome de los sábados, cuando tienes que apuntarte en una lista de espera.
Recomiendo de postre la recién introducida nieve de crema de mezcal, buenísima.
No hay lugar para estacionarse, no hay ecobici cerca.

Este lugar es un gran secreto que tiene la Colonia Roma.
Lo descubrí ya hace algunos años. Pasaba caminando y leí el pizarrón con el menú que tienen en la parte trasera de la parrilla y se me hizo agua la boca.
Me senté en una de las mesas y pedí una de tasajo con chapulines, mientras me la preparaban, el Señor Carlos (propietario del lugar) me contaba la historia de como es que habían puesto el lugar. El es médico de profesión y cuando se jubiló decidió montar su negocio de Tlayudas como las que hacían en su familia cada que festejaban algo.
Todos los productos que se consumen aquí son traídos desde Oaxaca y son de primera calidad.
Los mezcales ya son envasados especialmente para este pequeño restorán.
De postre pide el helado de mezcal, es una delicia!
No dejes de venir cuando tengas oportunidad.

Quien no es fan de la comida Oaxaqueña?, yo no conozco a nadie quien no lo sea. Bueno si lo eres o no lo eres, este pequeño local de tlayudas te hará enamorarte de esta cocina de nuevo, ó si no lo eras caerás rendido.
Todos los ingredientes de las tlayudas o tacos que venden allí son traídos por el dueño oaxaqueño desde Oaxaca, y son preparados por él mismo y créanme es un super cocinero amateur pero lo hace fenomenal. Me consta no solo por las ricas tlayudas que prepara, sino por otros ricos platillos que he tenido el gusto de comer en su casa, ya que su hija es una muy buena amiga mia, y soy fan.
Obviamente el costo es un poco mas alto que si lo comieras en un mercado, pero la calidad y el sabor lo valen.

Déjame contarte que uno de los platillos típicos de Oaxaca, si es que no has tenido la oportunidad de ir, es la tlayuda. Según recuerdo, consiste en una delgada y amplía tortilla blanca a la que se le echa col, frijoles, tasajo o chorizo (comúnmente), quesillo y salsa. Se dobla y se pone a tostar. Esta maravilla culinaria la puedes encontrar en el DF con el auténtico sabor de este estado.
La Tlayudería es un acogedor restaurante con sillas y mesas de madera, al fondo una parrilla en las que se preparan las variedades, por un par de cocineros que amablemente se disponen a tomar la orden.
Tu, amante de las garnachas y que aprecias lo bueno de la comida mexicana, este lugar te va a fascinar. Honestamente una sola tlayuda te deja satisfecho pero siempre se puede comer prudentemente un poquito más para no quedarse con las ganas. En verdad está muy rico.

Es un local diminuto que no ofrece otra cosa que tlayudas y tacos hechos con cinco o seis ingredientes básicos, los cuales puedes mezclar para dar diversidad al menú. Son las tlayudas más parecidas a las que he probado en la ciudad de Oaxaca y sus alrededores, pues otras en la ciudad son más parecidas a tostadas que a tlayudas.
Mi recomendación es pedir una tlayuda de tasajo con chapulines y una orden de chilitos de agua. Como probablemente te quedes con un poco de hambre, ahí entran uno o dos taquitos. Uno de quesillo con chapulines o de tasajo con chorizo puede ser la opción ideal.
No tienen muchas opciones de mezcal pero los traen directo de Oaxaca igual que los ingredientes que usan para las tlayudas. El minero es bastante bueno con un poco de sal de gusano.

Una historia inspiradora: una familia oaxaqueña que viaja a la capital y después de varios intentos, deciden poner un recuerdo de su tierra en las calles de la Ciudad. Así surge La Tlayudería de la Roma que ahora tiene décadas de existir. Los productos son frescos y el sabor es un viaje a Oaxaca. Mi favorita es la tlayuda de res y más si el quesillo acaba de salir del molino que ahí mismo tienen y preparan. Así de fresca y casera es la preparación, ¡por eso son tan ricas! Un local donde toda la familia está involucrada en el servicio el cual es bastante acogedor. Vale la pena acompañar la tlayuda con el mezcal artesanal que ofrecen en el lugar.

Lo que más recuerdo de mi primer viaje a Oaxaca es el sabor de la comida, fue algo que me enamoro y me dejo esas ganas de regresar. El otro día caminando por las calles de mi hermosa Ciudad me encontré por casualidad con este lugar.
En principio al leer el menú que tiene en pared con la variedad de tlayudas y la oferta de mezcal no me pude resistir y entre. Es un lugar pequeño con un par de mesas y la barra. Las tlayudas son hechas a mano en el momento que las pides, puede ser de chorizo, cecina, chorizo de pollo y la más famosa de chapulines, que siendo honesta nunca había probado pero definitivamente me gusto.
Entre los comensales hay algunos que dicen, les hace falta la verdura, col, jitomate, etc, para mi están perfectas así, además, sino quieres la tlayuda puedes comer tacos que también están deliciosos. Para acompañar puedes beber refresco, cerveza, rica agua de horchata y Jamaica o si lo prefieres un riquísimo mezcal con sal de gusano y sus respectivas naranjitas.
Si andas por la Roma, no dudes en darte una vuelta, seguro no te arrepentiras.

Me declaro fan de la cocina oaxaqueña y La Tlayudería, me gano por un solo detalle: las tlayudas estan hechas con asiento, frijoles y su rico tasajo, doradas a las brasas, eso es lo que yo busco y me encanta, recordando el verdadero sazón de las tlayudas en el mercado Benito Juárez de Oaxaca.
Despues un sabroso taco de chapulines y para rematar una cerveza michelada con sal de gusano.
Ahora que si uno se aventura más un sabroso mezcalito, no cae nada mal para el desempance.