La Nueva Michoacana

Pocas cosas me hacen suspirar tanto como pensar en una paleta helada de pistache de este lugar. Cuando iba en la primaria mis días eran luminosos si mi papá me traía aquí y me compraba la famosa paleta… y era mejor todavía si me dejaba bañarla en chocolate y ponerle chispas.
De este lugar me gusta todo: las gelatinas, los flanes, los helados, las paletas y las aguas. Mis favoritos son las paletas de nuez, queso y pistache; la nieve de guanábana; y el agua de horchata (la mejor que he probado en mi vida). Después de hacer tu compra puedes sentarte en una banquita del centro de Tlalpan a disfrutar el ambiente de pueblito tan encantador que hay en esta zona de la ciudad.

Ya sé que hoy en día las paleterías y heladerías abundan por doquier, pero ésta tiene algo en particular. Además de ser la tradicional en la zona, es una de las más visitadas porque te ofrece un 2×1 en ciertos sabores y también venden papas a la francesa con queso amarillo derretido y otros postres.
Este pequeño lugar siempre está lleno de gente, sobre todo niños ávidos de tener su helado y seguir jugando junto al quiosco o perseguir palomas en la plaza. Tienen muchísimos sabores e incluso puedes pedir uno doble, combinado con los que más te gustan.
Desde hace muchos años soy fan de venir aquí, no puedo pasar al Centro de Tlalpan sin hacer una escala en la Nueva Michoacana. Prueba también las aguas frescas, ¡la de fresa con horchata te hará preguntarte mil veces por qué no la habías probado antes!
¿Quieres probar algo distinto? Qué tal la nieve de chongos zamoranos… ¡Atrévete y visítalos!