Glorieta Citlaltepec

Vamos a ver, para hacer una reseña de esta glorieta, tengo que hacer una especie de plática con mis perros. ¿De qué hablo? Pues de que la razón primordial para ir a esta glorieta, es para calmar los ánimos acuáticos de mis felpas con patas.
Es bastante agradable y esta rodeada de cafés, pequeños restaurantes y es excelente para pasear un día soleado con la familia. Lo mejor de todo (según los canes) es que se puede nadar! Cosa que al amo de los perros no le encanta, por que después hay que bañarlos.
En fines de semana soleados, hay algo de gente, así que hay que tener cuidado con las mascotas.

Chiquita, apartadita del estrés, bien reforestada para albergar y esconder los más ricos y ansiosos besos vespertinos o mañaneros o a cualquier hora del día, ya sea robados o por necesidad mutua, en una tarde acompañada del chapotear de la fuente como fondo musical o mejor dicho, sonoro y debidamente limpia.
Además de romántica es ideal para pasear a los perritos y llevarlos a darse un chapuson o bien puede ser las tres, paseo, chapuson y un buen arrumaco de besos porque no (sólo en las áreas visibles) jejejeje
La atmósfera que brinda, también es ideal para sentarse a leer un buen libro. Incluso ay quienes afirman que pueden sentir la energía del agua al subir y la fuerza de la gravedad que la absorbe. Qué loco ‚¿no?
Como sea, a mi me enamora por su privacidad y encanto, Sólo les hago una formal y gentil petición, si me ven instalado en un asunto de intercambio de salivas, hagan como que no me vieron y lo comentamos después. Jajaja.

¿Alguna vez han tenido «amor a primera vista» con una fuente… yo sí, con esta fuente de la Plaza Citlaltepec.
Recuerdo que la primera vez que la vi, fue el día que decidí cambiar mi ruta para correr, y me atreví a tomar la ruta de Amsterdam, a pesar de que mide el doble de mi ruta anterior (El Parque México). Aún no conocía el corredor de Amsterdam, así que no sabía si era bonito, seguro, estrecho, etc., y mucho menos sabía que tenía fuentes. Entonces, comencé mi ruta y puse mucha atención a todo lo que veía alrededor… y ¡oh sorpresa… De repente llegué a esta hermosísima fuente. No sé, simplemente me encantó, quizás sea porque me tomó por sorpresa llegar a un lugar tan bonito que tuviera una fuente con un diseño tan sencillo y padre.
La plaza es muy tranquila. Todo su piso está forrado de piedra de un tono rosado. Cuenta con árboles, jardineras y banquitas donde te puedes sentar a ver el fluir de su poderoso chorro de agua. Lo que más me gusta, es que esta fuente esta «hundida», digamos, que la fosa donde se encuentra el agua se encuentra por debajo del nivel del peatón, más o menos como unos 90 cm. A parte está muy cuidada y limpia y casi siempre está funcionando. Definitivamente es un lugar donde puedes sentarte a tomar un café, a platicar con un amig@ o sólo a relajarte para ver y escuchar el agua fluir.
Esta fuente es mi aliciente cuando corro por esta ruta… cuando ya no puedo más, sólo pienso en llegar a este lugar mágico y me ayuda a seguir y dar otra vuelta más. También es uno de mis sitios preferidos para meditar un rato después de hacer ejercicio.

Esta glorieta me gusta mucho porque me puedo sentar a leer un libro tranquilamente, también la disfruto como un lugar para comer estilo pic-​nic. Si trabajas por esta zona, puede ser un buen lugar para disfrutar tu hora de comida, además podrás encontrar a varias personas que usan este espacio de la misma manera. Tiene una fuente en medio, así que te puedes relajar con el sonido del agua o divertirte viendo a los perros que se meten a la fuente para jugar. Lo único que hay que tomar en cuenta para llegar a esta glorieta es el cruce de calles. Pasan coches constantemente porque está en la esquina de Amsterdam y Citlaltepec, a una cuadra de Nuevo León, te recomiendo voltear a todos lados antes de cruzar.