Felina Bar

Estupendo lugar. Es pequeño, pero muy bonito. Tiene decoración estilo artdeco muuuy padre, lo cual le da mucho carácter. El ambiente es muy íntimo: todo está a media luz, hay velas, buena música, y los tragos son excelentes. Yo llegué a las 9 de la noche en viernes y apenas y alcancé lugar; a las diez de la noche ya estaba completamente lleno y había gente afuera esperando pasar, por lo que les recomiendo llegar temprano si van en fin de semana. Mi única queja es que el volumen de la música es bastante fuerte y tienes que alzar mucho la voz para poder platicar a gusto con tus acompañantes.

This bar could have been any cool hipster bar in Oakland, CA or Brooklyn, NY… which I mean as a compliment. Small space with very hip vibe– like, the type of place that plays jazz from actual records (I think they were using an iPhone, but you know what I mean). But not pretentious (soooo, unlike Brooklyn) and bartenders/​servers very chill and lovely. The drinks are fantastic and the prices are good– a wide selection of classics, twists on classics, and some very cool locally-​created drinks. A very cool/​chill place with a great atmosphere.

Un lugar chiquito y «secreto». Perfecto para platicar y beber tranquilo a buen precio.

There’s a team of mixologists here that are like wizards at the bar. they mix up delicious cocktails in a very upscale/​hipster bar. Would be a good place to hang out with a small group of friends or to take a date. The prices are very good for the quality of drink you get. The same drink costs double in the United States so give this place a try.

los tragos bien. nada increíble. la atención puedo decir que es debajo de lo justo. no regresaría.

Mucha gente me había hablado de este lugar y no había podido acudir. Esta localizado en una esquina de la Condesa, la cual ninguno de los fiesteros y personas pretenciosas pasa caminando. El lugar esta increíble, párese algún lugar sacado de la serie Mad Men, con su decoración de los sesentas.
La música esta a buen nivel para poder platicar a gusto. Las bebidas y cócteles estan muy bien preparados y a buen precio.
Definitivamente un buen lugar para salir un poco de lo tipico de Condesa.

Great spot for cocktails with rather exotic ingredients.

Es un lugar alejado de los tumultos y de poses que de repente molestan, los tragos son muy buenos y el ambiente el mejor, aquí si se puede platicar íntimamente, pues la música es ideal para pasar una velada a gusto! Lo conocí hace ya mucho tiempo y seguro regresaré muchas veces más.

My friend and I were crawling around the kinda bougie but super awesome part of DF (Mexico City) and came upon this awesome gem. People here are from everywhere: all parts of Mexico, Europe, and the US. My friend bravely met a crew of French expats and we quickly became a part of an awesome group. The drinks were amazing: every drink I had had lemon but with varying ingredients such as vodka, scotch, gin, rhubarb syrup, and earl grey tea syrup. Ana is this amazing bartender who fixes your drink quickly but does not skip a single step. She spends most of her time freshly squeezing different fruits into your mix and she has the coolest way of shaking your drink to perfection. If you catch her on her smoke break kindly offer her a cigarette and thank her for making your night so awesome. Finally, the music is ridiculously good here. Everything from rare 60s garage/​surf to rare 90s bands like Austin’s 13^th floor elevators. Hope you love it!

El Felina Bar esta en una esquinita en un local pequeño sin nombre, que si lo ves de día no te imaginas que es un bar, pero fue una muy buena sorpresa el día que lo conocí, la opción fue de mi hermana que anda en los 20s y de entrada me imaginé un lugar lleno de chavitos, super fresa, pero la verdad fue un buen descubrimiento.
El lugar es super relajado, no es nada pretencioso, es el lugar ideal para ir, tomarte unos tragos con tus cuates, platicar a gusto, y pasartela rico.
La coctelería es bastante buena, los precios estan bastante bien y sobre todo el ambiente es super bueno, tranquilo, relajado, cool. Me gustó mucho.
Lo único que no me encanta es que hay poco espacio para sentarte y si llegas tardezon te toca parado.

Coincido en la descripción de Néstor y no quiero dejar pasar de largo que soy una gran fan de éste lugar. No solo por los buenos tragos, ambientación y ubicación, si no por las deliciosas veladas que he pasado ahí.
Dependiendo el mood que tengas puedes pedir cualquiera de los cocktails de la casa.
Mucha ginebra, whiskey o mezcal. Una de las bebidas que a mí mas me gusta es el Fellina o bien el Holy scotch, preparado con hoja santa.
El espacio es pequeño y se presta para entablar buenas pláticas.
Con el tiempo lo han ido mejorando y ahora también puedes pedir tapas para acompañar los tragos.

Conocí este lugar en el cumpleaños de una de mis mejores amigas, y he de decir que sin duda volvería. Es un lugar pequeño, que ofrece un ambiente ideal para platicar de una manera más íntima, pues la música no es molesta, no hay ríos de gente brincando y pasando, y los precios no son nada caros, pues por la zona esperarías todo lo contrario.
Los cocktails son súper ricos, yo les recomiendo los mojitos y los vodka tonics, pero si no son ese tipo de personas, siempre pueden pedir una cerveza bien fría acompañada de un mezcalito.
No dejen pasar la oportunidad de ir a este bar, ya sea por invitación o por iniciativa propia.

En una esquina en los límites de la Condesa y la colonia Escandón se encuentra un verdadero oasis alejado de los bares llenos de gente y resonantes canciones pop: Felina Bar.
Al entrar notarás el buen gusto en la decoración y lo relajado del ambiente; bien que decidas sentarte en alguno de los sillones largos, en la mesita que queda junto a la ventana o en la barra.
Para empezar te recomendaría pedir un vaso de cerveza de barril Cosaco negra, luego seguirte con un mezcal Alipús y para terminar, un mojito.
Para comer puedes pedir un plato con la muestra de cada uno de los tipos de tapas que ahí se venden.
El Felina es de esos bares que te gustarán y terminarás por volverte parroquiano.

«La esquina de la hidratación» lo llama Rodrigo Márquez Tizano –uno de los socios de este bar – . Al Felina Bar no se llega como expedición de oficinistas. El Felina se considera a sí mismo más exclusivo, un lugar donde la clientela, más que esporádica, es casi como residente del lugar. Como buen bar que se respeta, abre sus puertas cuando la tarde comienza a caer y la noche llega Al llegar, la ambientación me dirigió, inmediatamente, a los años setenta. Sillas pequeñas, mesas de vidrio y madera. En el Felina Bar no se discrimina pues incluso muebles sirven para que en ellos descansen los tragos que son el sello del lugar. Se puede pedir desde una cerveza, hasta un «Bajo el volcán», que es un trago con zapote negro, chocolate y mezcal. El Felina es una mezcla entre un lugar a donde se puede acudir al pre copeo, para después lanzarse a la fiesta más desenfrenada, como un sitio donde algunos escritores –como Guillermo Fadanelli– se pueden dar cita. Holy Scotch y Bajo el Volcán son los tragos que a mi de inmediato me atraparon del Felina, ambos acompañados de una excelente selección de tapas –hay desde jitomate caramelizado en una cama de queso crema, hasta de queso gorgonzola para los paladares con gustos fuertes – . Al Felina Bar no se acude con la intención de escuchar la música de moda y pedir un brandy cualquiera. Al entrar se deja todo para arrojarse a la culta hidratación que el Felina exige. No pidas un trago simple y de todos conocido, observa la carta y el nombre más extravagante que veas, es ese el trago que debes pedir porque, en definitiva, no te arrepentirás de la elección.
Toda la perspectiva cambia al llegar, te dejas envolver por ese algo que flota en el ambiente y te remite a tiempos pasados, donde las bebidas eran buenas; el mundo agradable y la vida más simple entre los que te rodean.