DiFrutetto

Pues que les puedo decir de este lugar, honestamente la primera vez que lo vi no podía crees que hubiera una tipo «recaudería» en el centro o más bien es extraño ver un negocio así en una de las calles más importantes del centro. Una tipo recaudería bajo el nombre de Di Frutettó. El lugar se encuentra justo a unos cuantos pasos de la plancha del Zócalo. Un pequeño establecimiento que se ve muy limpio y viéndolo desde afuera parece un lugar divertido, aunque sólo sea un lugar en el que venden fruta. Como ya lo había mencionado, el lugar es muy limpio y agradable. En cuanto a precios es entendible que al ser el único establecimiento con esas características por ahí es muy caro. Si algún día andas por allá y no estás deseoso de café, comida o chelas sino de una simple fruta, ésta sería buena recomendación, compras tu kilito de fruta y a seguir caminando por el centro.

Recuerdo que la primera vez que vi este negocio pensé: «Creo que un puesto de frutas en el corazón de la fritanga chilanga no va a durar mucho tiempo». Pues me equivoqué, porque este negocio ya tiene bastante tiempo en el Andador Madero.
En realidad no es algo extraordinario: una frutería en el centro histórico de la Ciudad de México pero tanto la estética del local como la elección de la calle (ya lo he dicho y lo repito, placement! placement! placement!). Súper limpio, iluminado y con fruta fresca (y por supuesto más cara que en su mercado de confianza) hacen que este negocio sea frecuentado por nacionales y extranjeros.

No pensé encontrarme esto, pero así fue. Caminando por Madero me topé con este local que llamó mi atención, primero, por los colores y luego porque es fácil imaginar que si en algún momento de tu paseo por el centro se te antojara una fruta, tendrías que buscar si acaso una paletería o un puesto ambulante con frutas en vasito.
Admito que generalmente tengo antojos garnacheros, pero con sólo ver este negocio se me olvidó un poco la fritanga para dar paso a algo refrescante y, obvio, más natural y benéfico como una fruta.
Yo diría que es una frutería boutique, por lo llamativo del local y por la forma en que están acomodadas cada una. Desconozco de métodos mercadotécnicos, pero una tanda de fruta roja junto una amarilla salta a la vista aunque no quieras.
Así que, si andas por el centro y tienes un antojo, dale gusto y beneficio a tu cuerpo en Di Frutetto: un oasis en plena calle de Madero.

Esté lugar me resulto sumamente peculiar. Es que no espera uno encontrarse entre centros joyeros, museos, restaurantes y bares; un lugar dedicado a vender frutas, En ver es algo raro este suceso, pero que en el Centro de nuestra ciudad pasa.
DiFrutetto es un lugar bastante colorido (gracias a las frutas) que se encuentra en la calle de Madero ya casi para llegar a Palmas. Desde el simple nombre ya llama la atención, además de que es casi imposible no voltear a verlo y eso se debe a que los colores de las frutas hacen que el local tenga un brillo especial y único en la calle.
Tal vez piensen que suena medio utópico, pero les juro que si se hace notar. Hay diversidad de frutas que se desde que uno las ve se enamora de ellas son realmente apetecibles a la vista, se notan jugosas y dan ganas de morderlas. Suena algo raro que un lugar como este se encuentre en una calle como Madero, pero parece una buena opción para los amantes de las frutas y los transeúntes vegetarianos.

Hace un par de años, uno de mis mejores amigos se fue a vivir al centro, casi a lado del Teatro Fru Fru, y aunque amaba la zona, se quejaba de lo lejos que quedan los supermercados o los mercaditos para comprar frutas y verduras.
Aunque mi amigo ya no vive en el Centro, hace unos días pasamos por Madero y el pobre casi se me infartó al ver ésta frutería en pleno camellón.
La verdad es que el mismo local abre el apetito, ya que la mercancía esta a plena vista, lo que le da una imagen colorida e invita a comer, ya que sus productos además están super frescos.
El local destaca por salir de lo común en la zona, ya que en madero existen restaurantes, tiendas de ropa, comida rápida, cafeterías, pero yo jamás me hubiera imaginado una frutería tan vivaz en pleno corazón del Centro Histórico.