Café Orgánico de Chiapas Tumbala

Tengo una amiga fan del café y que no puede desayunar a gusto si no se toma su café caliente cada mañana. Como es conocedora siempre ando buscando expendios para regalarle un poco de vez en cuando.
A mí todos los cafés me saben casi iguales, así que no presumo de saber, pero este inicio de año fue su ‘cumple’ y repasando las calles me topé con este expendio. Por supuesto me detuve a comprarle, por lo menos ½ kilo, para obsequiarle con su otro regalo y que después me contara si le había gustado. Aún sin ser leal conocedora sé saborear el olor del grano de café molido o no y se disfruta mientras te atienden, además de que es excelente neutralizador de olores.
El kilo me lo dieron en menos de $ 40. A la vuelta está otra sucursal de este nombre pero con mesas para sentarte y saborearlo con un pastel. Lo probé y me supo verdaderamente rico.
Calientito en un día con mucho aire a pesar del sol. Para el camino (porque pedí uno para llevar) y para mi paladar fue lo que completó mi tarde de exploración por Tlalpan.
Mi amiga a quien le regalé quedó encantada. Quiere más y eso me obligará a decirle el secreto de dónde lo hallé.