BBKFE Ensaladas

Muy buen lugar para comer bien, tienen preferencia por poca o nada de grasa, aceite de olivo y menú balanceado. Raciones justas, ambiente relajado, decoración moderna, mesas chicas para parejas con algunas más grandes para 4 o 6 personas.

Es el hermano mayor del lugarcito de ensaladas que queda en el local C de este mismo inmueble. BBKFE es un restaurante hecho y derecho (no vayan a confundirse con el local que queda entre este lugar y el de las ensaladas) con varias mesas, bonita atmósfera y buen servicio.
Además de la comida a la carta tienen un menú más que fijo que lleva sopa, ensalada y el plato fuerte que consistentemente es una pechuga de pollo con alguna salsa diferente cada día para hacer como que no es lo mismo a diario, además de un panqué, café de calcetín (solamente es malo el que viene incluido en el menú) y agua de jamaica.
La novedad son las tlayudas, y déjenme decirles que para no encontrarnos en Oaxaca la bella, están buenísimas (y muy bien servidas también), las sirven de tasajo o cecina, carne enchilada o pollo y pueden pedirlas en menú para que les incluya sopa, ensalada y agua de jamaica.

Es la mejor comida corrida gourmet que he probado. Llegué por casualidad, una amiga me citó en este lugar justo a la hora de la comida para una plática de trabajo.
Desde que vi la carta me intrigó y se me antojó todo. De 1 a 6 de la tarde todos los platillos van acompañados de ensalada BB KFE, sopa del día, agua, café o té y postre.
La ensalada son unas hojitas de lechuga orejona con queso parmesano, unos pedacitos de pera y un aderezo que no supe distinguir de qué era, pero me encantó. Una muy rica entradita para abrir el apetito, diría mi abuela.
La sopa del día era nada menos que crema de betabel, que nunca se me hubiera ocurrido probarla, decidí «arriesgarme» y me sorprendió gratamente, está deliciosa. De plato fuerte pedí un Rollo BB KFE que es una pechuga de pollo rellena de jamón, queso crema y queso parmesano; mi amiga pidió la pechuga BB KFE que la sirven bañada en salsa de zarzamora y chipotle que se veía deliciosa.
Después de la comilona, que acompañamos con agua de Jamaica, llegó la hora del cafecito y el postre. El café lo sirven en una taza transparente muy mona y lo mejor, el café lo sirven caliente y de postre nos dieron un panqué de nuez.
El lugar es muy acogedor y tranquilo. La terraza es perfecta para una comida acompañada de una buena y tranquila plática con tu pareja o con un amigo. Otra maravilla es que el establecimiento es pet friendly, y aunque en esta ocasión no iba acompañada de mi mejor amiga Luna (mi perrita), seguramente regresaré muy pronto con ella.
El costo por la comida fue de 70 pesos, precio bastante razonable por una comida gourmet, muy bien preparada, bien servida, deliciosa y sorprendente.

La comida sana suele pecar de insípida. No es el caso de este pequeño café de la Colonia Roma. Ensaladas, burritos vegetarianos –o de arrachera, para los carnívoros– pizzetas, baggettes y chapatas que, además del buen precio, se sirven acompañados de alguna crema caliente, arroz y agua de jamaica. Son platos realmente bien servidos, con opción a combinar quesos, proteínas y verduras. A cargo está una pequeña señora, cincuenta años, mirada triste, que de inmediato causa ternura y que nunca tiene cambio. BB KFÉ es para comer, pero también para pasar el rato. Suelo venir aquí, sentarme en una de las mesas externas a leer un libro, beber un café y dejar que el tiempo pase sin mí.