Autolavado Churubusco

La atención en este sitio es inmediata. Parece que mientras hay alguien lavando los carros –tres o cuatro personas-​, dejan a alguien encargado de contar historias, ese es el caso de Julián, jovencito que cuenta una leyenda que se impone en la calle: La historia del mártir Irlandés. Julián dice: «Una vez nos quedamos tarde, esperando a que trajeran unos pedidos del patrón, nos hablaron para decirnos que al del camión que nos traería el producto se le había ponchado la llanta. Pus ya habíamos cerrado y en eso llegó un señor güero, güero con la barba bien larga preguntándonos donde se encontraba una tal Martha, se veía como perdido, lo hicimos pasar porque se tambaleaba, le dijimos que nos diera un número para hablar a su casa, nos dijo que no se sentía bien, apenas y le entendíamos pero alcanzamos a escuchar algo: ‘Martha se fue corriendo hacia el convento, iba llena de sangre, tengo que encontrarla.’ En eso los del camión llegaron y fue cuestión de un minuto que nos distrajimos para que él desapareciera».
El autolavado está en una muy buena ubicación en la calle dedicada a los mártires Irlandeses, esos que en la guerra de intervención se pasaron del lado mexicano viniendo del norteamericano por sentirse más identificados con la fe católica mexicana que con el protestantismo sajón. Al perder la guerra fueron los primeros fusilados.