Alameda Central

The transformation of this park during the past few decades has been remarkable. Originally, this was the park for high society to walk about and be seen. Well, fast forward to not so long ago and this was a park in very bad condition. The area also had its share of criminal activity. (I benefited, though, because I regularly stayed in a very nice but very cheap hotel nearby.)
As I walk through the park these days, it’s once again a nice place to be. It’s the renewed center of this neighborhood with the Palacio de Bellas Artes flanking its eastern border. There is free Wi-​Fi, too, and the locals seem proud of this former high society enclave.

Me parecio hermosa!!! ya que es enorme pero no te aburres ya que vas viendo diferentes cosas como por ejemplo: la entrada al museo de Memoria y Tolerancia, en seguida la Secretaria de Relaciones Exteriores, comercios, restaurantes, Samborns, vez pasar el turi-​bus.
Pasas a un lado del hemiciclo a Benito Juarez con su frase celebre «el respeto al derecho ajeno, es la paz». A unos cuantos pasos ya estas en Bellas Artes, pero antes, mucho antes empiezas a distinguir la impresionante Torre Latinoamericana wow! preciosa por todos lo lados que la quieras ver. Te encuentras con varias fuentes, personas descansando o viendo pasar el rato en las multiples bancas de hierro forjado, en fin mucho que ver, muy bella, me gusto!!!

¿Quién no ha sido protagonista o visto las fotos con los reyes magos? Si, en este sitio se daban ese tipo de actividades.
Supongo que todos ya lo saben, pero no sobra decir que la Alameda Central fue el primer parque en América Latina.
Si revisamos la historia cultural de la Ciudad, la Alameda forma parte de canciones y murales como el de Diego Rivera.
En este parque, muchas mujeres se dan cita con sus amantes de fines de semana, jóvenes y adultos se meten la mano y de vez en cuando, la banda toca en el kiosco.
El rescate de la Alameda implicó el reproche de un sector y el aplauso de otro. Pueden tomar partido en esta discusión, sin embargo, hecha esta la remodelación.

Formidable parque. Desde su renovación cambio la cara de toda la zona. Por lo general es muy limpio y todo se encuentra en buen estado. Aunque a veces paso en la Ecobici, me gusta que los policías se hayan puesto estrictos y nos bajen de la bici y nos hagan caminar para tener más cuidado con los peatones. Soy particular fan de los paseos matutinos, aunque también de los vespertinos particularmente después de comer, aunque a veces el sol esté pesado. Con Bellas Artes en el fondo, difícilmente se puede superar en la ciudad una caminata por aquí.

La alameda central (la ciudad de México tiene 4) es un lugar de referencia a visitar, que hoy en día luce remodelada, con más iluminación y vigilancia que hace algunos ayeres donde se presentaba mucha delincuencia. Los fines de semana es interesante ver los grupos de baile que se hacen. Una parada obligada es ver el Hemiciclo a una de las figuras máximas de México, Benito Juárez, existen varias fuentes hoy funcionando al 100 que se puede visitar. Esta rodeando de lugares para comer, cafeterías, tiendas de servicio, farmacias, cines, teatros, metro, metrobus y el majestuoso y único palacio de bellas artes.

La Alameda Central es un muy lindo parque en pleno centro histórico de la Ciudad de México. El lugar es realmente enorme, lleno de árboles y verde por doquier, ubicado en una zona más que céntrica, por lo cual siempre es un punto de referencia y está bueno para descansar un poco entre tanta caminata.
Este parque es realmente muy agradable, en tanto que desembocando en el bellísimo Palacio de Bellas Artes este espacio verde está lleno de monumentos y esculturas, por lo que es un verdadero placer recorrerlo y pasear entre sus caminitos.
Generalmente, hay días que de noche hay ferias para comprar comida, bebidas y distintas cosas. Otro punto a favor de la Alameda Central es que en ciertos sectores hay wi-​fi gratuito, lo que hace que todo sea un verdadero golazo.

Es un parque muy bonito, bien cuidado y tranquilo. Este lugar queda a un costado del palacio de Bellas Artes. Es ideal para venir a descansar un rato bajo la fresca sombra de los árboles y la brisa de las fuentes que adornan el lugar. También puedes venir a realizar una caminata o correr alrededor de la alameda. Este lugar sin duda se presta para muchas actividades por su excelente ubicación, espacios 100% naturales y la tranquilidad que se respira en el ambiente.
En el centro de la alameda se encuentra un monumento al benemérito de las Américas, Don Benito Juárez García, el cual es hermoso. A mí me gusta pasar por este parque por que la belleza de la naturaleza me llega de energía positiva y más estando en una ciudad tan grande llena de contaminación y edificios.
También cuenta con servicio de eco-​bicis para aquellos que les encanta manejar una bicicleta y cuidar el medio ambiente.

Nice peaceful park that was very clean and nice to walk through. It’s so close to the bellas artes palacio and provides shade and is away from some the traffic. It would’ve nice to have a few more benches. Plenty of people walk around this area so it feels safe without being congested. Trees help the air feel a little more fresh and it looks well maintained.

Kicked it here with J on 16 August 2014.
Cute park in a central location. The powers that be also offer free Wi-​Fi; the username and password are posted on signs attached to lamp posts.

En el documento que establece los lineamientos para el cuidado de la Alameda Central se indica que no se podrá acampar ni realizar fiestas o actos públicos, y que queda prohibida la venta de productos en la plaza, así como vender comida.
Además, se prohibirá el acceso de mascotas, motocicletas, bicicletas, patinetas y patines, por ser una zona exclusivamente peatonal.
El «alamedero» o administrador de la Alameda será el responsable de coordinar, de acuerdo con el Plan de Manejo, actividades y usos que se den al espacio público con base en criterios de sustentabilidad para el manejo de agua, electricidad, residuos sólidos y vegetación.

Cuando re-​abrió hace como un año, recuerdo que los polis casi te hacían quitarte los zapatos para entrar. Yo tuve que amarrar la bici por el Hilton porque ni camimando al lado nos dejaron pasar. Luego vino el 1DMX y ñacas! Karma. Los rijosos lamieron, chuparon arañaron lo que se encontraron y la destrozaron de nuevo.
Luego toma 2. La vuelven a arreglar y ya dejan entrar a todo el mundo.
Pasa más tiempo y es cuando hago esta reseña: las fuentes de Disney ya no funcionan, Ya hay patinadores en la parte que da al Hilton (que a mi, esos elementos es lo que le da el feeling cosmopolita a esta ciudad) y ya hay alguno que otro torero vendiendo como antes.
Alrededor del parque hay harto lugar para comer/​cenar. Mis favoritos: el Cardenal, y el Café Tivoli.

El Parque Alameda es una plaza que está a la vista de todos los que circulamos muchas veces por la Avenida Juárez, sin embargo, no es tan famosa y transitada como debería ser por el lugar tan céntrico en el que se ubica. Al frente de esta plaza se halla el famoso hotel Fiesta In, muy recomendable para las personas que quieren venir a conocer o visitar al Zócalo de la Ciudad de México y no saben dónde hospedarse, claro, aunque es un hotel de prestigio y por tanto nada económico.
Por su parte, la plaza está más enfocada a los negocios de comida, como Sushiitto, Italiani´s, tortas Las Juanas, helados Nutrisa, Mcdonald´s, entre otros, aunque también hay tiendas de ropa como Iker. Yo recomiendo este lugar por si desean comerse un helado o si quieren entrarle a algo de comida rápida para que luego sigan su recorrido por el bello Centro Histórico.

Me impresiona mucho la gran cantidad de visitantes que tiene este lugar, creo que todo mundo ha pasado, se ha comprado un elote o se ha sentado a esperar a alguien en el Hemiciclo.
Después de la remodelación que tuvo hace un par de años, a mi parecer, mejoró muchísimo, es más segura, porque decían que asaltaban, realmente nunca me pasó, no sé si sea una leyenda urbana. También quitaron a muchos puestos ambulantes de que de repente era muy incómodo.
Ya puedes visitarla y andar en bici, patines pero hay que tener cuidado porque puedes arrollar a alguien, te puedes sentar sin problemas y leer o escuchar música, lo malo es que quedó medio pelona, quitaron muchos árboles y se ve algo desértica, pero si quieres impresionar a algún extranjero o a algún familiar que no conozca el DF aquí te lo puedes llevar para que vea lo que es bueno.

La Alameda Central es uno de los paseos más populares de la ciudad de México. Ubicado en el Centro Histórico de la ciudad, una caminata alrededor de este parque siempre es buena para descansar del tumulto que hay en el centro antes de seguir turisteando. Acá podrás pasear por las fuentes, comprar algo de comer (hay muchos vendedores con todo tipo de comida: esquites, algodones, quesadillas, fruta, papas…) o simplemente sentarte en una banca a descansar y ver todos los árboles que hay alrededor.
La Alameda es uno de los espacios más antiguos de la ciudad, es acá donde los Aztecas tenían su tianguis; miles de años después Porfirio Díaz decidió que este parque sería el símbolo de prosperidad y orgullo, a tal grado que durante el Porfiriato, sólo la clase alta podía acudir. Hoy en día este lugar se ha vuelto de todos; los domingos hay música en vivo y es un gran lugar para visitar tanto de día como de noche ya que siempre está iluminado.

Cuando hablamos de espacios de relajación, solemos pensar de inmediato en algún spa, o una sala de masajes, o un sinfín de lugares los cuales quizá no garantizan eso que deseamos.
Sin duda, uno de los lugares que te brindan relajación y, a la vez, diversión, es la Alameda Central.
Este espacio que estuvo cerrado por más de un año para su remodelación –hoy día todavía con algunos espamos de ello-​, es ahora uno de los atractivos principales del primer cuadro de la ciudad.
Y es que, recuerdo desde hace muchísimo tiempo, el papel de este parque ha sido preponderante para la actividad comercial, cultural y recreativa de los ciudadanos de esta urbe.
Antaño encontrabas a los Reyes Magos, por ejemplo, en sus instalaciones. Hoy, encuentras un sinfín de fuentes, esculturas y bancas en las cuales puedes sentarte a relajarte, pensar o simplemente apreciar lo que en él sucede.
Como plus, a un costado se encuentra el Palacio de Bellas Artes, por si quieres darte una vuelta.

Cuando voy al Centro histórico y tengo tiempo libre, siempre me gusta caminar por la calle de Madero hasta llegar a la Alameda Central. Este lugar es bien conocido por la mayoría de los capitalinos, ya que es uno de los lugares más importantes de la Cuidad de México. Una de las atracciones que alberga este lugar es el Palacio de Bellas Artes, y los diferentes eventos culturales que se organizan en la explanada.
Pero la Alameda Central también es conocido por los diversos grupos o tribus urbanas que toman como centro de reunión este lugar. Me ha tocado ver desde gente cristiana evangelizando, chicos bailando break dance, algunos haciendo malabares; he presenciado funciones de teatro urbano, música, etc.
Otra de las atracciones de este lugar es la comida que venden a sus alrededores, en particular los puestos o carritos que venden crepas, elotes, papas a la francesa, papas fritas, chicharrones preparados, fruta, flanes, entre otros, que puedes comprar e ir a disfrutar en un banquita, ya sea de día, tarde o noche.

Normalmente siempre nos estamos quejando de los lugares públicos de la Ciudad de México, que por los ambulantes, por lo sucio, que huele feo etc.
Pues «bualá» la Alameda Central ha sido completamente remodelada y la verdad es que hicieron un excelente trabajo, cambiaron todo, piso, jardineras, dieron mantenimiento a fuentes y monumentos, quitaron a los vendedores ambulantes, iluminaron y la dejaron impecable.
Puedes visitarla de día o incluso de noche para disfrutar la iluminación y la verdad es que es una buena experiencia, además está muy vigilada y queda atras esa alameda sucia y descuidada llena de vagos que era enteriormente.
Ahora la responsabilidad es de nosotros los visitantes de mantenerla así para que siga siendo un buen sitio turístico y de espacimiento para los ciudadanos.

Debo confesar que yo no conocíà la Alameda Central antes de su remodelación, sólo había pasado por los pasillos de la orilla y rapidito. Sentía que era como entrar a un bosque embrujado, que me iba a perder o quien sabe que iba a encontrar adentro.
Es impresionante como un lugar puede cambiar tanto con tan sólo podar los árboles (sí Marcelo Ebrard, ya sé que también cambiaste el piso, pusiste más luz y arreglaste las fuentes). Ahora, si estás en Juárez puedes ver perfectamente a través de este parque y observar la calle de Hidalgo, sin ningún problema.
Gracias a esta remodelación, no tengo ningún problema en caminarla, incluso de noche. Recorrer sus pasillos interiores, ver las fuentes que existen en ella, además de los personajes que la habitan.

Encontrar nuevos lugares siempre es, de muchas formas, enriquecedor. Conoces nuevas personas; experiencias, e incluso sabores y culturas. Pero, como todo en esta vida: los clásicos jamás pasan de moda. Es por eso que turistear dentro de la ciudad es de las experiencias que más me gustan. Si bien me disfruto ir más allá de mi lugar de confort, el regreso siempre representa ver con nuevos ojos lo ya conocido.
Antes de volver a un lugar, lo dejo descansar, me desapego por meses, e incluso por años, para que cuando regrese, recuerde las razones por las cuales me agrada un lugar. Y así incluso puedo descubrir lo nuevo que éste tiene por ofrecerme.
Un clásico imperecedero del caótico y desquiciado DF es La Alameda Central. Testigo histórico de la transición de la capital mexicana, siempre será uno de los puntos de reunión por excelencia de turistas, familias, manifestantes, parejas y un vasto e incalculable sin fin de personas que día a díà la visitan. No hay nada como recorrerla de cabo a rabo en un día destinado a visitar el primer cuadro del Distrito Federal. Recorrer toda la Alameda, sobre todo ahora que tiene poco que tuvo una total remodelación es una experiencia única. Si eres capitalino, abre los ojos porque no sabes lo que te espera, desde los viejos conocidos como puestos de comida o artistas callejeros, hasta aquello que jamás pensaste que existiría ahí. Pero si eres un turista en la ciudad, esta es una experiencia que no te puedes perder. Sentarte en una de las bancas que rodean las fuentes y disfrutar todo lo que la Alameda Central tiene por ofrecer puede acarrear excelentes historias las cuales puedes contar en un futuro. Incluso, si no te sucede nada nuevo, sabes que puedes regresar al día siguiente, o tal vez un mes después, e incluso años y años más tarde, porque cuando vuelvas a pisar ese lugar, sabrás que no estás en cualquier sitio, estás donde la historia se ha forjado y forjará segundo a segundo.