Piola

Solamente puedo decirte que me encantó.
La pasta es muy rica, pero lo verdaderamente impresionante es su menú de pizzas (no te miento, tienen tantas que no sabes cuál elegir). Es un lugar con una decoración muy chic y una terraza muy romántica. Totalmente recomendado para aquellos amantes de la comida italiana y el vinito. Lo único que no me gustó mucho (quizá fue mala suerte) fue el servicio de los meseros que se tardaban mucho y me atendieron medio sin ganas, pero nunca groseros. Todo lo demás, excelente

Se encuentra rumbo a camino City Center, en la Avenida García Lavin, lo que considero una muy buena ubicación. Éste restaurante italiano está súper cómodo y moderno. La primera vez que fui, me acompañó mi mejor amigo, no me bajé del auto y me llevó hasta ahí el menú. Ricos vinos, ricas, mejor dicho deliciosas descripciones de pizzas. Decidí bajar del auto y nos acomodamos en las cómodas y acolchonadas mesas que se encuentran pegadas a la pared, como el estilo retro de la película favorita de muchos: Pulp Fiction.
Ordené una deliciosa pizza que contaba con champiñones, tocino (hiper-​delicioso), queso y especias. Si mi mente y mis papilas gustativas no me fallan, ¡los champiñones estaban envueltos por el tocino!, tomé una rica cerveza obscura y de postre nos trajeron un exquisito y pecaminoso pay de manzana con canela.
Ése día cené muy rico, la verdad es que yo sí recomiendo Piola para una cenita especial.

Queríamos aplicar la comida italiana, buscando una opción vegetariana ya que una de mis amigas no come carne. Todos, amantes de una buena copa de vino, estábamos buscando una opción que casara en cada uno de nuestros caprichos.
Alguien sugirió la piola, ya la ubicaba porque se encuentra en una avenida transitada de la ciudad, nunca la había pisado pero se veía como una buena opción. El local cuenta con una pequeña terraza, no la vimos muy cómoda porque está pegada al estacionamiento. Preferimos entrar, el local está muy bonito y bien iluminado.
Aplicamos una promoción de 2×1 en pizza (Sólo aplica lunes). No me acuerdo del nombre de la pizza que pedimos, llevaba arúgula y tomates deshidratados. La verdad estaba buenísima y lo que me gustó más fue el pan, delgado y crujiente, no el grueso comercial. El tinto de verano igual está muy rico, a sólo $ 30 la copa.
Sorprendentemente, contrario a la primera impresión, el restaurante no está tan caro, gastarás entre 100 y 150, según lo que pidas.

Desde el primer día me enamoré de unos pancitos que dieron mientras esperábamos la comida, aunque después me enamoré doble cuando probé la pizza. En sí todo está riquísimo.
El lugar tiene una decoración moderna con cuadros de artistas locales en venta, así que si algo te gusta te lo puedes llevar a casa junto con tu sonrisa de saisfacción alimenticia.
Tienen una terracita muy a gusto para pasar la tarde o noche acompañandote de un tinto de verano (el cual igual es muy bueno), el chiste es disfrutar.
Los meseros son muy eficaces y te atienden de la mejor manera, sólo la comida tarda un poquito más de lo que «normal», pero ¿qué tanto es tantito?
Hay comida de todos los precios, así que no te preocupes mucho por eso, así como la haces con poco, igual puedes ir a derrocharle.
Mi recomendacipon culinaria sería; la Fugazzeta rellena de salmón, es un tipo de pizza pero rellena con: salmón y queso crema, por fuera lleva queso parmesano y cebolla ¡deli!
Inconveniente seríà la estacionada, hay días que, como está en una placita, se llena y de plano tienes que ponerte bien lejos.

La primera vez que fui, fue por un asunto de negocios, una comida muy formal con algunos empresarios que se ve que son clientes frecuentes del lugar, pues hasta ya tienen «su mesa» favorita y coinciden ahí con sus conocidos.
Me gusta mucho la comida Italiana, así que en cuanto a la comida no me quejo nada, estuvo muy buena, el sabor y las porciones me parecieron adecuadas, además los platos lucen muy elegantes. Las paredes sirven cual galería de arte, ya que exponen pinturas de artistas locales de manera permanente.
Nosotros ocupábamos una mesa grande, éramos quizá 12 personas, pero todos los platos salieron a tiempo. Incluso sirvieron unos aperitivos con panes y cremas hechos por la casa y una tablita con variedad de quesos para probar.
El lugar tiene estacionamiento aunque lo comparte con otros locales, y además de las mesas que están al interior, tiene unas cuantas en la zona del jardín.