Panificación Castillo

Panificación Castillo, una panadería antigua y de gran tradición en la ciudad, sus panes son deliciosos y de gran sabor.
Aquí puedes encontrar todo tipo de pan, sumamente delicioso, fresco y recién horneado, hecho como se hacía antiguamente es decir de forma artesanal y al horno, cuando quieras probar algo con estas características a Panificación Castillo debes acudir.
Aquí aceptan encargos para pasteles desde un día de anticipación, al ser una empresa familiar esta panadería cuenta con varias sucursales en el centro y alrededor de la ciudad, donde siempre siempre encontrarás la mejor y una amplia variedad de panes casi recién saliditos del horno.
Lo mejor de todo esto es que todas estas delicias azucaradas que se vuelven un pequeño remordimiento después de haberlas ingerido, en Panificación Castillo están a muy buen precio y se pueden ajustar a tu bolsillo, evitando un remordimiento menos, alcanzándote para comer más, aumentando unos gramos de más que sin duda alguna valen realmente la pena subir con estos exquisitos panecitos.

Me habían invitado en la fiesta de cumpleaños de un amigo. La fiesta era cerca del Parque de la Mejorada y yo vivo por el barrio de Santiago, es decir que me tenía que cruzar todo el centro histórico para llegar. La verdad soy muy malo haciendo regalos, siempre me cuesta elegir alguna cosa que pueda ser útil o que pueda gustar.
Por este motivo me decidí por un clásico, comprar un pastel para que el homenajeado sople unas velitas, se le exija una mordida y se le aplaste la cara en el pastel. Pueden llamarme infantil pero es una tradición que me gusta. Pues de camino a la fiesta me topé con la panadería el Castillo que aparte de todo tipo de panes también venden buenos pasteles a buen precio. Una buena opción en el centro y más teniendo en cuenta que está abierto hasta tarde ya que muchas panaderías de la zona acostumbran a cerrar a media tarde.

Caminar por las calles del centro y sentir ese olor a pan recién hechecito, lo quieras o no, te abre el antojo; pues seguramente a muchos nos ha pasado cuando panificación Castillo está abriendo sus puertas.
Y es que es casi inevitable entrar al lugar y comprar. Aunque definitivamente escoger una sola opción es todo un reto que personalmente casi nunca logro, siempre compro un pan para el camino, uno para llevar y uno más por si debo invitarle a alguien en la oficina o la escuela, y debo decir que todos los que he probado están muy ricos para comer sólo así; y es que me ha tocado lugares en donde el pan sólo se puede comer si lo haces «chuc» en tu café porque si no nada más no se puede, casi siempre están duros porque no son del día.
Evidentemente esto no sucede en panificación Castillo por dos cosas: la calidad y el hecho de que además casi todo el pan se les gasta en el día y no les queda mucho para revender, así que ahí es garantía pan fresco siempre.

Lo sé, lo sé, hay un punto en el que no es humanamente responsable y saludable, consumir tantos panes dulces; pero es que, soy un fan absoluto de los panecitos, los rellenos, los glaseados, los duros, los suaves, polvorones, donas, hojaldrados, pastelitos, y un largo, largo etcétera. Por eso cuando tengo la oportunidad de probar uno de alguna panadería o panificadora que no he probado, lo hago sin miramientos aunque sí con algo de culpa, por eso de los kilitos de más.
La panificadora Castillo es una de esas panadería que se tienen que convertir en parte de los lugares frecuentes en la vida de alguien, en mi vida, por supuesto, los panes no sólo te invitan e incitan a comerlos por la presentación, sino también por lo rico que son y también por qué no decirlo, por sus precios bajos.
Hasta para cuando tienes hambre y muy poco, hablo de muy poco presupuesto, ellos tienen una opción para ti. No dejes de probar las berlinesas rellenas de crema pastelera, son una delicia de chicos y grandes.
Cuentan con varias sucursales en el centro y en algunos puntos de Mérida, una de las más famosas es la de San Juan, pero a mi gusto, los de la sucursal de la calle 59 con 58 son los mejores, siempre que voy hay alguno recién salido del horno. Comper me voy por mis panes para el cafecito.

Yo necesito/​quiero/​deseo pan dulce en mi dieta, así que para mí fue un hallazgo fortuito toparme con Panificación Castillo, panadería y pastelería. No he probado sus pasteles, pero sí muchos de sus panes.
He de decirles que en el centro de la ciudad es muy difícil encontrar una panadería con panes bonitos, que al mirarlos abran el apetito, y si de casualidad uno pudiera encontrar algo atractivo es poco probable que sepa tan bien como se ve, eso me mantuvo desesperanzada de la ilusión de comer pan dulce en el centro a un precio accesible, hasta que descubrí esta panadería.
Panificación Castillo es un lugar amplio con una vitrina llena de panes de menos de 10 pesos, con deliciosas donas de chocolate o de azúcar, rebanadas de roscas de nuez, almendra o cacahuate, bolitas de queso deliciosas, panes tradicionales en un ambiente local y sin fines de pomposidad.
Tal vez a ello le debamos sus bajos precios por tan ricos panes, me he sentado en sus sillas de plástico alrededor de la mesa donde uno puede ignorar el bullicio de la calle gracias al sabor de un buen pan.
Es rico sentirse empapado de nuestra normalidad yucateca en esta panadería, a mí me da mucho gusto volver siempre y probar un pan tratando de recordar lo bien que me supo la última vez. Siempre me satisface, venden mucho, su pan siempre es fresco por lo mismo.
Si de casualidad te toca ver algo recién salido del horno, seguramente será la recomendación del momento aprovechar la suerte y comer un panecito calientito y suave.
Cuentan también con bebidas embotelladas y una pequeña vitrina con pasteles, y algunos productos suyos empaquetados.

Soy de los que les gusta entrar a todas las panaderías que se cruzan por su camino. Como diría mi madre: «Por eso estamos como estamos».
De entrada, el pan se ve delicioso detrás del cristal, una vez que está en tus manos se ve mucho mejor, cuando lo pruebas te das cuenta que tu vista y tu paladar están en perfecta sincronía.
Recién descubrí esta sucursal, y ya me he hecho fan de las donas de chocolate y los roles glaseados ¡Qué delicia señores!
También las bolas de queso filadelfia merecen una mención honorífica; y en un cuarto lugar podríamos posicionar al pan de elote… no, mejor a las mantecadas cubiertas de chocolate y chispas de colores.
No es lo mismo que te explique a que lo compruebes por ti mismo. Si estás por los rumbos del mercado San Benito, date una vuelta por la «Panadería Castillo», los panes están a un muy buen precio. No, no me lo agradezcas, no hace falta, tu estómago te lo agradecerá.