Café Montejo

Best breakfast in Merida, near Parque Santiago! Be sure to meet owner Fernando and his amazing staff. All homemade food prepared by chef Esteban.

Delicious breakfast or brunch spot– they’ve got a breakfast special where you get eggs any style, toast and beans, bottomless Americano coffee and a fruit plate for 60 pesos! All very tasty and the staff here are lovely and very attentive. Will be back for our next few days in Merida!

A Mérida no le faltan los lugarcitos amenos para echar café. En el barrio de Santiago se encuentra este café, ideal para las mañanas o las noches. Un lugar modesto pero bastante cómodo en el que puedes acompañar tu café con algún postre, o pedir uno de sus coloridos frappés.
Venden también baguettes por si traes hambre, y puedes leerte algo mientras consumes tu bebida, por si vas solo, pues tienen un buen numero de libros que puedes prestar. El café por lo que entiendo es café gourmet, así que el sabor debe ser excepcional (no probé café porque aquella tarde hacía calor y opté por un frappé) y lo mejor de todo son los precios. Uno pensaría que por el tipo de giro del negocio aprovecharían su ubicación y elevaría un poco los costos de sus productos, pero la verdad es que todo es muy accesible.
Además la atención es genial, el dueño siempre te regala sonrisas y el personal en general es muy amable.

Soy declarada fan de café, y claro como lo buena fan que soy, merezco conocer todo lo que me ofrece mi ciudad respecto a este ámbito, para poder recomendar, o simplemente para mí dos puntos importantes, número uno, dónde preparan café bueno y número dos qué lugar es el adecuado para poder tomarlo relajado y sin ninguna preocupación.
Y claro está que este lugar cumple en automático mis dos puntos ya que la mezcla de café que venden en este lugar es muy buena, con el punto exacto del tostado y el lugar ni qué decir, un lugar pequeño, muy cómodo en la parte de adentro, o si lo que buscas es más vista la parte de afuera es para tí, ya que literal podrás observar a todas las personas pasar, o si sólo quieres ver la noche, observar la luna y las estrellas para obtener inspiración astral, te va a encantar.
Un excelente lugar si lo que buscas es trabajar, o leer un buen libro por la tarde o la noche, o por qué no, si simplemente se te antoja un café y así salir de la rutina. Mi recomendación siempre un latte macchiato bien caliente, una buena compañía para tener una buena plática y dejar fluir tus pensamientos.

Café Montejo es otro de los exponentes con muy buen café que ofrecer. Me encanta que se preocupen por la calidad de estas bebidas, tan preciadas para muchos, como lo es mi caso.
Ese día venía de echarme unas galletas deliciosas pero súper dulces y no tenía ganas ni tantito de nada que tuviera azúcar. Pasamos al Café Montejo, un lugarcito sin muchas pretenciones pero con un ambiente tranquilito. Me hubiera pedido un frappé, pero la cantidad de azúcar que ya tenía mi cuerpo no me lo permitía y me arriesgué a tomarme un cafecito modesto.
¡Qué rico! Estaba en su punto, no podría haber estado más bueno. Es más, en cuanto llegó a mi poder, lo probé y estaba bueno, entre la plática que también se puso súper interesante, cada traguito parecía ser más bueno que el anterior y sin añadirle ni un gramo de azúcar, nadita.
Si eres amante del café, tienes que venir por mínimo una tacita.

A media cuadra del Parque de Santiago, en la noche hay unas mesitas donde puedes echar un café. Me habían atraído desde semanas antes pero por fin me animé.
Cuál sería mi primer sorpresa cuando descubrí que no sólo estaban esas mesas, también había otros dos salones adentro. Uno como con cinco mesas, y otro que me pareció muy especial, con una sola mesa al centro del salón, a la luz de una vela, y con una puerta inmensa por donde entraba el fresco. Ahí me convertí en fan.
Luego pedí una frappé porque andaba con ganas de azúcar y los precios no estaban altos (alrededor de los $ 30) así que me fui por ese lado y pues… está bien. Tienen unos toppings que no son como lo imaginaba –sabores o frutas que le ponían al final-​, sino que consisten en chispas de distintos colores y formas simpáticas, como corazones.
Digamos que si andas con ánimo de encontrar un lindo espacio para platicar o de beber un frappé «simpático» pues aquí lo puedes encontrar.

Lo que me encantó de la ciudad de Mérida aparte de sus bellas calles y arquitectura, es la gran variedad de cafetería de buena calidad que nos regala la ciudad. En cada esquina podrás encontrar uno para disfrutar un rico cafecito que da las energías para seguir el día o para cerrarlo, ambas opciones son ideales.
Café Montejo no es la excepción. Podrás disfrutar de un rico café a un muy buen precio. Lo importante de un buen café es que sea fresco y el grano sea de calidad para que no produzca el desagradable malestar o dolor de la gastritis. Si eres de los que te gusta el café pero no te gusta caliente, también tienen la opción frappé que siempre es bienvenida por los temibles calores que afectan a estas tierras en temporada de primavera verano. Si además de sed tienes hambre, venden algunos tipos de baguettes, pasteles para los dulzones o ensaladas para los que cuidan la línea.
Café Montejo es un buen lugar para pasar el rato junto a una buena bebida.

Es un pequeño café abierto hace poco más de un año por Pepe, un tabasqueño alegre y conversador que conoce a todo el vecindario. Ubicado a media cuadra del Parque de Santiago, es un buen lugar para sentarse un rato mientras se toma un café. La simpatía de Pepe no le hará aburrir en ningún momento, y es que a Pepe hasta le saluda los visitantes del camión turístico que pasa enfrente del Café.
A parte de unos buenos café, en el Café de Montejo se ofrecen diferentes frappés y licuados hechos con frutas naturales. Si se quiere comer un poquito, también se venden diferentes tipos de baguettes, pasteles o ensaladas. Cuentan con un proyector que enfoca a una de las paredes del local y que prenden cuando oscurece y un buen equipo de sonido para ambientar el espacio.

Este es de mis cafés favoritos, no se si el gusto va acorde con mi edad pero bueno, eso no importa, y si es así, me va muy bien y me encanta. El lugar es de lo más tranquilo y conservador. Ubicado a unos pasos del parque de Santiago y muy fácil de llegar si te ubicas en la Plaza Grande. El lugar es de lo más acogedor, muy bonito por dentro y por fuera y con un servicio que siempre me hace querer regresar.
El café es mexicano, del estado de Chiapas y eso me gusta mucho más porque estamos apoyando al comercio local y nacional. Los precios son sumamente accesibles, el sabor es inigualable y la atmósfera que se crea entre la tranquilidad de la zona, el olor y sabor del café son simplemente de mejor.

A tan solo media cuadra del parque de Santiago se encuentra esta modesta cafetería, que para mi gusto, tiene hasta más de lo que puedes necesitar si quieres pasar un buen rato tomando una bebida.
Hace aproximadamente un año la conocí al andar por el barrio de Santiago y sinceramente es un lugar que visito una vez por mes ya que el ambiente ahí es muy agradable, el dueño es amable (cuando él se encuentra en el establecimiento te atiende personalmente) y los precios son super accesibles.
Hasta donde sé, el café es de Chiapas, su sabor es delicioso, sus baguettes en mi opinión no son muy variadas pero los ingredientes siempre se sienten frescos, además por lo que entendí su especialidad son los frappés ya que tiene muchos toppings expuestos y te ofrecen muchos sabores. Otro dato relevante es que cuenta con varios títulos literarios por si gustas tomar uno y leerlo mientras disfrutas de una bebida o alimento y como la música es suave, por lo general «chill out» o similar, es un lugar agradable para hacerlo ya sea en sus mesas sobre la calle 59, en los sillones que estás a la entrada o en la parte interna de la cafetería que es muy amplia y bien ventilada, cabe mencionar que es parte de una casona antigua de la zona por lo que los techos son altos y su fachada no es modificable al estar protegida por el INAH.

Andaba, como es mi costumbre, desesperada por tomar un café cuando encontré Café Montejo. Está ubicado en una casona enorme en el barrio de Santiago, y es un sitio muy agradable, tiene mesas afuera para que puedas tomar el fresco y sentarte a platicar un buen rato mientras te tomas el café.
El ambiente es super relajado, por ratos me sentía como cuando mis papás sacaban sus sillas a la calle y se ponían a platicar con los vecinos, o simplemente a gustar la tarde. Me pedí un café lechero que para mi gusto no estaba muy cargado, pero ojo, que yo soy muy hardcore para el café.Si no quieres estar al aire libre, puedes ocupar uno de los muchos espacios al interior de la casona enorme, de techos altos y muy bien ventilada.
Si quieres un lugar donde puedas trabajar, leer o estudiar a gusto, esta definitivamente es una opción, porque puedes estar a tus anchas, sin distracciones y súper cómodo. El único pero es el horario, porque abren tardecito, a las 11:00 empiezan a poner las primeras mesas.