Amadeus

Todos, sí, todos hemos caído en el efecto «nunca digas nunca», lo admito, he sido presa muchas veces, una de las que más recuerdo es la de «Amadeus»; todas las mañana camino al trabajo suelo pasar por sus instalaciones, obviamente en la mañana está cerrado, pero uno se pude imaginar las ‘tremendas’ cosas que pueden ocurrir en su interior durante la noche, bueno, siempre decía «nunca en la vida, ni que me paguen, voy a entrar a este lugar ¡nunca!», pero cuando la fiesta está muy buena, tienes unas copitas de más, quieres seguir divirtiéndote y a un amigo se le ocurre la grandiosa idea de ir a «ése» bar de mala muerte que no está tan mal, pues parece una buena idea y allí va uno de borrego.
Antes que nada tienes que ser de mente abierta para entrar, no es una cantina, es un bar que tira a ser una disco ¿pero por qué de «mente abierta», a poco está tan mal? No, de hecho no está nada mal, el lugar está bastante decente, podría decir que arquitectónicamente es bonito, tiene terraza y toda la cosa, tiene un amplio espacio para poder bailar y la tradicional barra. Cuando digo que debes de ser de mente abierta, es porque te puedes encontrar a un sinnúmero de personajes que no se distinguen por su categoría social, allí todos son iguales: la señora cumbianchera, el marchante, el bodeguero, el maestro, el closetero que jura ser heterosexual, el maleante de la esquina y puedo nombrar a muchos más, todos bailando al ritmo del último éxito de Pitbull o como se llame.
Grandes son las historias que vive diariamente este lugar: idilios amorosos, peleas, intentos de asesinatos (¿vieron las noticias?), borracheras magistrales y tú que vas por primera vez también eres parte de este collage de historias: el (la) chico (a) que sólo se quiere divertir y probablemente al día siguiente lo lamentará, pero esa no es una razón para no ir, hay que ser un aventurero de vez en cuando, eso sí, ten mucho cuidado.
La ventaja de Amadeus es que la cerveza es barata y cierra tarde, o muy temprano, cierran a las 4:00 de la mañana aproximadamente, horario ideal para cruzar al mercado San Benito y comer una rica torta de cochinita de $ 10.00.
¿Qué dices, vamos… ¿o te da miedo?

«Este es un lugar de ambiente, donde todo es diferente, donde siempre de repente, bailarás toda la noche» no se me ocurren otras palabras para describir mejor este lugar. El vídeo bar Amadeus ofrece un abanico de posibilidades para echar fiesta, ya sea que de plano este dispuest@ a empezar la fiesta ahí o que después de algún pre-​copeo modesto te dispongas a terminar bailando éxitos del reggaetón mientras te tomar unas chelas a un precio muy económico.
Es un lugar muy grande, es como un antro con mesitas y pista de baile, además tiene una terraza para echar el tabaco, o platicar fuera el ruido. Las veces que he visitado este lugar la verdad es que me la he pasado muy bien, mis amigos confían en lo que les propongo y hasta ahora no los he defraudado (creo), la atención es cordial, rápido y sin problema alguno, te cobran conforme vas pidiendo tus bebidas, así que si te enfiestas no corres el riesgo de no acordarte cuando bebiste y tener problemas con la cuenta.
La gente que frecuenta este lugar es bastante diversa, hay jóvenes, gente adulta, gente que está saliendo del trabajo, gays, travestis y gente que simplemente le gusta variar a lo ya muy común, además de que al estar tan grande cada quien puede sentirse libre de enfiestarse como guste, nadie se mete con nadie, cada quien en su onda, y eso la verdad a mí me gusta mucho, digamos que me gusta ese tipo de anonimato.
Es un lugar exótico ya por el solo hecho de ser grande, y estar ubicado en la zona del mercado, pero si te gusta el turismo de aventura la verdad es que te lo recomiendo mucho.
Nota: si vas en buen plan y dejas tus prejuicios a un lado, seguro que pasarás una buena noche, pero si vas con expectativas y te rehúsas a la experiencia, te aconsejo que mejor regrese en otra ocasión.

Siguiendo con el breviario undergroundezco del centro, uno de los lugares obligados para vivir una aventura de noche loca, es el video bar Amadeus. Este lugar seguro que tiene una marca especial en el mapa del circuito cantinero, aunque no es una cantina, seguro que es bastante parecido a una por el ambiente que tiene.
Ubicado a unas cuadras del mercado Lucas de Galvez, este video bar, es una joyita del mundo underground en el que la diversidad se mantiene como bandera, y cuando hablo de diversidad no sólo me refiero al mundo LGBTTI, en lo absoluto, es en realidad un sitio en el que puedes ver a una gran diversidad de personajes y seres de la vida bailando y bebiendo en franco desenfrene, es hasta cierto punto un escenario perfectamente dado en una película de Cronenberg, con un poco más de sicodelia y menos intelectualoide.
Los bajos mundos se ponen fresas con este bar, que para ser francos es bastante bonito, y sí uso esa palabra, bonito. Muy cuidado y limpio, con luces tenues y terrazas al aire libre, la barra del lugar juega con la idea de cantina de mala muerte pero, con un aire super trendy y lo mejor del todo es un lugar grande, en el que cada quien hace su propio ambiente y, a nadie le importa lo que hace el de al lado. Realmente es un lugar en el que puedes ir a ser tú mismo en todas tus anchas.
En general, es un lugar que te recomiendo ampliamente excepto, si eres de los que prefieren bares fresas y gente súper fashion, si eres de los que gustan tomar un coctelito o una cerveza acompañada de un diyei en onda, y vivir el clima fiestero del norte de la ciudad, mejor abstente, porque aquí, vivirás todo, menos eso. ¡Aventúrate a conocer el Amadeus Video Bar, y no te arrepentirás! Calle 56×71 y 73 centro, mercado Lucas de Gálvez, abierto de 9:00 pm a 3:30 am.