El Tigre

Cuando llegué Guanajuato conocí unos tacos que abrían hasta muy tarde, fuera del horario familiar. No pregunten cómo llegué ahí, digamos que, ejem, vivía por el rumbo. Esos tacos se caracterizaban por la notable grasosidad de las planchas (lo cual, tras varias cervezas, deja de preocuparte – otra vez, no pregunten). Como en todos lados, cuando eres cliente frecuente te ganas ciertos privilegios, y el despachador siempre echaba un limón extra, redondeaba a mi favor, echaba de las dos salsas, etc., a espaldas del dueño. Para no hacer el cuento largo, el despachador se fue y abrió su propia taquería (honestamente, no me sé el chisme completo). Hace poco fui con mi esposa a conocerla y me di cuenta que se llevó la receta, con todo y grasa. Eso puede parecer bueno pero, sin cervezas encima, ya no son mis favoritos. Además, su espacio de banqueta se congestiona mucho si hay gente, y casi terminas pidiendo sobre Sangre de Cristo (la calle). En fin, la gente cambia y sus gustos también. A buscar otras taquerías.

Cuando el hambre es mortal, no tienes nada en casa, son más de las 2 de la mañana, no hay ningún puesto de tacos abierto y llevas horas buscando algo que poder comer… siempre existirá el confiable Tigre, con sus tacos y quesadillas de chorizo, bistec, mazisa y tripa listos para combinarse con sus salsas, literal se convierten en levanta muertos; el local está abierto desde las 8 de la noche y dejan de trabajar hasta las 3 o 4 de la mañana (aquí depende del movimiento de gente esa noche y si aún tienen algo que vender).
Yo lo acepto no soy fan del Tigre, dado que para mí siempre hay algo que le falta pero la verdad es que cuando se necesita… se necesita y es mucho mejor llegar a un lugar ya conocido y barato, que ver que hay en la siguiente esquina o recurrir a algún famoso Oxxo.

¿A qué se refieren los viejos con «la luz al final del túnel»? Esa es una de las cuestiones que me han perseguido toda mi vida, hasta poco menos de un año cuando descubrí la taquería del tigre. En una noche de mezcal o cerveza, el hambre entra con señor en su casa, y en medio de la noche encontrar ese lugar es una forma para sanar el alma. Grasa mezclada de sabor unidos en una tortilla, le llamaría a cada taco. Tienen de longaniza, la maciza más maciza de la ciudad, costilla, pastor e intestino delgado.
Vaca es, puedo decirlo con todas las fuerzas. Si usted se encuentra perdido en esta hermosísima ciudad, llena de concreto, madera y vidrio, le aseguro una buena plática con el personal y un estómago satisfecho. Este felino es experto en limpieza animal lo que le dará seguridad e higiene a su cena. Los tacos están muy bien servidos así que no tiene usted que pedir mucho para estar agusto. El tigre cierra tarde y siempre tiene gente. Eso habla bien de su trabajo en este negocio de las carnes.