Tres & More

Seré muy breve ya que no me llevé una gran impresión. El lugar es muy bonito y agradable, el servicio rápido y atento y la comida no es mala, pero le falta algo para sobresalir, creo que las apuestas que hay alrededor lo hacen quedar corto, en relación precio-​sabor está desequilibrado, pero les daría otra oportunidad, como dije el ambiente es muy agradable y no se descarta como opción.

Un lugar tranquilo, relajante, los viernes hay musica en vivo. Buen vino.
La pizza a la pobre es muy buena. Tiene 2 huevos estrellados arriba, los esparragos a las brasas con quedo son una delicia.
Un lugar para ir con tu pareja, pues es romantico acompañados con una copa de vino tinto.

La calle Lope de Vega entre López Cotilla y La Paz se ha llenado de lugares que poco a poco se han convertido en los favoritos de muchos tapatíos, son muchas las opciones para comer, beber y pasarla bien en esta pequeña cuadra y aunque por fuera el Tres & More no destaca de su competencia, tengo que decirte que por dentro resultó ser una agradable sorpresa.
Está ubicado en una antigua casona de los 60, por lo que la distribución es una locura, pero si das unos pasos hacía dentro descubrirás la mejor zona del lugar: su terraza, que sirve además de huerto para diversas hiervas y legumbres que terminarán en tu platillo.
La comida está muy buena, yo pedí una pizza Valentina porque es la que recomiendan en otra reseña de este lugar y me encantó, tiene salsa de 5 quesos, espinacas y la mitad es con camarón y la otra con pollo, también venden calzone y es lo suficientemente grande para dos personas, probé el de camarón y estaba repleto pero también traía espárragos, una delicia. Las ensaladas mezclan frutas, aderezos cítricos y aceites, además tienen aguas frescas que no había probado en ningún lugar, como la de piña con lavanda, sí, la flor.
La atmósfera de la terraza está padre en la noche, repleta de velas, el sonido de su fuente y la frescura de estar rodeado de plantas, tienen un rollo padre en este lugar y además son muy atentos, te recomiendo que los visites, yo lo disfruté mucho por auténticos y por su buen sazón, además no es nada caro y aceptan tarjetas de crédito, algo rarísimo en los restaurantes de esa zona.

Cálido lugar con cocina sorprendente.
La casa que se observa por fuera invita sutilmente a pasar, entrando el lugar te abraza. La decoración es con madera y el ambiente a media luz.
Los platillos son muy auténticos y bastos. El lugar es ideal para comer o cenar con amigos o con tu pareja (sobre todo en la noche).
La comida está preparada con ingredientes de calidad. Los postres lucen deliciosos cuando los sirven en tu mesa, al probarlos el asombro es mayor.
La terraza es muy cómoda y fresca. El servicio es muy rápido y los meseros muy amables.
En tu visita te quedarás con ganas de regresar a probar un platillo distinto o solo regresar por un café y postre.
RECOMIENDO:
Pasta pablana (chile poblano, cebolla y mezcla cremosa) bien puede ser para dos personas.
Pizza Valentina: Salsa cremosa de 5 quesos con espinaca, mitad pollo y mitad camarón.
Pizza Blanca: Crema con alcaparras, camarón, provolone.
Los postres son abundantes por lo que recomiendo compartir.
Agua fresca del día. Siempre son mezclas frescas con fruta de temporada y con recetas propias.
Calzone de camarón con espárragos.