José Cuervo Express

Disfruté el recorrido por la fábrica.
La atención del personal es buenísima, ni hace falta decir que la cata de tequila fue una de mis cosas favoritas.
Sí a ustedes les gusta el tequila, puedes comprar poco o mucho en la tienda de la fábrica.
Recomiendo ampliamente la visita a este sitio.

«Quise hallar el olvido al estilo Jalisco» y terminé en el tren de Mundo Cuervo Express.
La salida es en la estación de Ferromex (Av. Washington) y el viaje concluye en pleno pueblo de Tequila.
Hay dos tipos de vagones para reservar, como era mi primera experiencia en un tren en mi Ciudad, elegí la experiencia premium, en un vagón con mesas, un barra grande de madera y un techo repujado muy mexicano.
El servicio de los meseros es muy bueno, durante el trayecto puedes entrarle al tequila en todas sus presentaciones: Margarita, vampiro, paloma, con refresco, con agua, y para los más aventureros, directo del caballito.
La música de mariachi no deja de sonar, pero solo en las bocinas, pues como tal, no hay ni mariachi, mi trío, ni nada en vivo.
Mi acotación viene en la comida. Sirvieron mini tortas ahogadas, estaban mal hechas, no sólo porque el pan no era el adecuado, un birote salado, era un pan blanco que se aguadó con la salsa, pésima comida.
Imagino que para un turista extranjero, ese tipo de detalles no le significan mucho, pues desconoce cómo se cocina una buena torta ahogada.
El recorrido es agradable, una vez saliendo de Guadalajara, aunque en mi experiencia, el paisaje por la carretera es mejor.
Aun así creo que es una aventura que se tiene que hacer alguna vez, con amigos y ganas de fiesta, para que al llegar a Tequila ya estén listos para que los mariachis y los tequilas los hagan llorar.
Hay viajes desde $ 1,700 en vagón premium y desde $ 1,500 en el normal.

Épico es este viaje a Tequila a borde del José Cuervo Express.
El tren sale los sábados desde la estación de Ferromex de Washington, muy temprano en la mañana, son aprox. dos horas de camino hasta el Pueblo de Tequila, pero la verdad es que esas dos horas ni las sientes, porque desde el minuto que te sientas hay tragos de cortesía, un desayuno bastante gourmet de tostadas y mini tacos y entretenimiento a bordo, como un juego de loteria típico.
Al llegar a la estación de Ferromex en Tequila, nos trasladan en autobuses a la destilería y Hacienda La Rojeña, propiedad de José Cuervo y donde se produce esta bebida que ha hecho a México famoso en el mundo.
Al entrar a la hacienda somos bienvenidos por «José», un cuervo acostumbrado a los visitantes y cámaras que te dará su mejor ángulo para que tu foto de él sea inolvidable. Después de esta introducción nos pasaron al patio central de la hacienda en donde estaban dispuestas las mesas para la comida buffet que nos iban a ofrecer, delicioso todo, y exquisitamente preparado. Ya con el estómago lleno, nos dieron una clase de cata de tequila; si para este punto no estas alcoholizado, después de la cata yo ya estaba happy.
El paseo continúo con un recorrido por toda la destilería para ver todos los procesos que se llevan a cabo para la producción del excelente tequila José Cuervo Tradicional. Para culminar con una cata del tequila extra reposado de la Reserva Especial de La Familia de 150 años. ¡Fuego! es eso no tequila reposado.
Al final del recorrido, regresamos al tren y de vuelta a Guadalajara. Pero la diversión no termina porque durante todo el trayecto hay barra libre de tequila y tragos así que al llegar a la estación llegas totalmente pedo. Tomen taxis después de salir, No beban y manejen.