Durante años ha estado aquí una«tiendita de la esquina», pero debido a que hay mucho espacio en la cochera, se renta para que vendan comida. Con sillas y mesas de la Coca, como buen puesto de comida, se vende comida corrida y desayunos. Debido a que compramos mucho aquí, sabemos qué suele haber. El menú va variando, por ejemplo, cuando llega la época de Pascua y Semana Santa, hay pescados para comer y algo que me encanta y me apartan: la capirotada de bolillo. Cien por ciento casera, con pasas y el bolillo perfecto, muchas veces la que lo hace, como sabe que me encanta, me dice si me guarda y paso después por él y digo, obviamente, que sí. Y barato. Se han hecho tacos, lonches, arroz, huevos y más comida corrida; cuando más se llena es a la hora de la comida, que salen de las oficinas todos los que trabajan cerca. Y cierran alrededor de las cuatro y media de la tarde, ya que se fue la gente y se acabó la comida. La comida, aunque sea de puesto, es muy rica, de las mejores de la zona.